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El cirujano según Francisco Villaverde. Siglo XVIII

El cirujano según Francisco Villaverde. Siglo XVIII

Cualidades del cirujano en la obra “Operaciones de cirugía” de D. Francisco Villaverde, primer ayudante de cirujano mayor de la Armada, Maestro y Secretario del Real Colegio de Cirugía de Cádiz.  Publicado en Madrid en 1788

“El cirujano debe tener buena crianza, ser urbano y atendo, de loables costumbres. Imbuido en máximas de la Filosofía Moral para que arregle su conducta cristianamente, ha de ser piadoso y liberal con los dolientes, caritativo con los pobres, afable y cariñoso, pero secreto y casto, modesto en el vestir, aseado y primoroso sin estudio, particularmente en las manos para no fastidiar la extrema delicadeza de algunas personas que debe tratar. Moderado y grave en sus discursos, de un ánimo intrépido y constante, sin temeridad, ni timidez.

“El cirujano debe ser ágil y bien organizado, de vista perspicaz para registral el semblante del enfermo y las cosas diminutas que se ocultan en los senos, como la tendencia de las inflamaciones a la mortificación o a otra terminación.

Conviene que esté dotado de finura en los demás sentidos: En el oído para percibir el estrépito de los huesos rompidos en las fracturas; la tos, el estornudo y el desentono de los que están dementes o delirantes. En el gusto para probar en caso necesario los alimentos y medicamentos e inferir sus cualidades las cualidades. En el olfato para sentir la pudrición de las úlceras, de los abscesos, de las deyecciones, las cualidades de la atmósfera y la bondad de los medicamentos. Eb el tacto para tocar las durezas, fluctuaciones o pulsaciones de los tumores, tomar el pulso.

El cirujano debe ser ambidextro y nada trémulo para ayudarse con una mano y otra mano, y ejecutar con igual destreza algunas operaciones que piden con precisión la misma firmeza y agilidad en la mano siniestra que en la diestra

Debe ser en su trato sociable, humilde y nadas orgulloso, pospondrá siempre su dictamen al de los que reconozca superiores en la práctica, huirá de rozarse con empíricos, con gentes ignorantes y depravadas que puedan infamarle o inficionarle con su mal ejemplo

Adornado el cirujano de estas bellas prendas e instruido en el vasto campo de las doctrinas expuestas, necesita aun para llegar a la posible perfección las grandes ciudades o en los ejércitos de mar y tierra, observando la conducta y manejo de los prácticos mas sensatos para aprovecharse de sus luces. Allí logra la ocasión de ver mas enfermedades y operaciones en un año que en la practica privada de una ciudad no se logra tal vez en toda la vida

Después debe ejercitarse en las operaciones sobre cadáveres y últimamente sobre los vivos, dirigido de buen maestro que le vaya adiestrando y le haga conocer de cuanto va de hablar a ejecutar y entonces se confirmara en que el uso hace Maestro”

Francisco Villaverde La Villa. Fue un destacado cirujano de la Armada Española, nacido el 30 de marzo de 1738 en Pola de Siero, Asturias. Se formó en el prestigioso Real Colegio de Cirugía de Cádiz, fundado por Pedro Virgili. Fue considerado uno de los mejores alumnos y le conceden una beca junto con Diego Velasco para ampliar sus conocimientos en París con cirujanos renombrados como François Morand y Henri Le Dran con la misión de conocer y traer instrumental quirúrgico moderno para el Colegio de Cirugía de Cádiz y escribir un tratado que sirviera de texto a los alumnos de los Reales Colegios

Posteriormente formó parte como cirujano mayor de la expedición a Indias mandada por don Pedro Ceballos contra los portugueses. Volvió a España en 1766 y se le destinó de profesor al colegio de San Fernando. Más tarde fue profesor y secretario del Colegio de Cádiz, en el que profesó durante muchos años.

Se casó con la hija de Francisco Canivell, médico militar de la Armada y destacado cirujano, obstetra, oftalmólogo y litotomista. Discípulo de Pere Virgili.

Escribió la obra “Curso teórico-práctico de operaciones y Cirugía”, en colaboración con Diego Velasco. es un texto fundamental en la historia de la cirugía en España. Publicada por primera vez en 1763 y se realizan dos ediciones en este año.  Tercera edición en 1780. La cuarta edición fue en 1797 y la quinta edición en1807

Francisco Villaverde realiza una refundición y ampliación de esta obra como autor único porque había muerto años antes su colega y amigo Diego Velasco.  Realiza un texto actualizado y le denomina “Operaciones de Cirugía”, el titulo completo es: “Operaciones de cirugía, según la más selecta doctrina de antiguos y modernos. Dispuesta para uso de los Reales Colegios” (1788). Figurando el solo como autor: Don Francisco Villaverde, Primer ayudante de Cirujano Mayor de la Armada, Maestro y Secretario del Real Colegio de Cirugía en Cádiz.  Publicada en 2 tomos en Madrid en 1788

Entre sus características principales, destaca por ser un curso teórico-práctico que aborda las operaciones quirúrgicas con un enfoque detallado y sistemático. Además, su contenido refleja los avances de la época y busca formar cirujanos con una sólida base técnica y científica.

En el siglo XVIII, los instrumentos médicos reflejaban los avances de la época y la transición hacia una medicina más científica. Entre los instrumentos quirúrgicos más comunes se encontraban bisturíes, sierras para amputaciones, fórceps obstétricos, pinzas y agujas para suturas. Estos instrumentos solían estar hechos de acero y, en ocasiones, tenían mangos de madera o marfil.

Un aspecto interesante es que muchos de estos instrumentos eran diseñados específicamente para tratar enfermedades concretas o realizar operaciones específicas. Además, los médicos y cirujanos de la época a menudo inventaban o adaptaban herramientas para mejorar los resultados quirúrgicos. Los inventarios de hospitales de la época muestran que los instrumentos se guardaban en cajas forradas de tela y se revisaban periódicamente para garantizar su funcionalidad

Tratamiento quirúrgico de las fistulas vaginales. Año 1846

Tratamiento quirúrgico de las fistulas vaginales. Año 1846

“ Tratamiento quirúrgico de las fistulas vaginales. Año 1846  ” Es un grabado de la obra “Médecine Opératoire”  de Cl. Bernard y Ch. Huette. El titulo original es «Précis iconographique de Médecine Opératoire et d´anatomie chirurgicale».  Año 1846

Autores de la obra: Cl. Bernard y Ch. Huette.

Dibujos de L´Eveillé (Alumno de M. Jacob) y M. Davesne

Editada en Paris por Mequignon-Marvis fils

Este grabado es de una edición del Año 1846,  propiedad de Tomás Cabacas

Grabado Tratamiento quirúrgico de las fistulas vaginales. Año 1846

Instrumentos médicos para las operaciones de cataratas en el siglo XIX

Instrumentos médicos para las operaciones de cataratas en el siglo XIX

Instrumentos médicos para las operaciones de cataratas en el siglo XIX  de la lámina V de la  traducción de la obra «Manual de Medicina Operatoria» (1834) de J.F. Malgaigne realizada por D. Cayetano Balseiro,  que se publica en el año 1841 e inserta un Atlas de 11  láminas de los instrumentos médicos al final del primer tomo.

Lámina que se encuentra conservada parcialmente en mi ejemplar por el deterioro del tiempo, cuando la adquirí se encontraba en este estado.

Este Atlas, el conjunto de las 11 láminas, fue copiado por Cayetano Balseiro de la obra de «Medicina Operatoria de Velpau de 1834 y del Atlas de Bourgery publicado desde 1831 hasta 1854

Lámina V

Figura

  1. Cánula protectora para la protección del hueso unguis
  2.  Queratomo aguja de Velpau.
  3. Queratomo aguja de Velpau
  4. Cánula de Gensoul
  5. Cateter solido de Gensoul
  6. Cánula protectora para cauterizar el conducto nasal
  7. Punzón de Pellier para ferforar el unguis o el saco lagrimal
  8. Queratomo doble de M Carron de Willllards
  9. Estilite
  10. Estilete
  11. Estilete
  12. Mango para sacar la cánula de Dupuytren
  13. Mango doblado de Dupuytren
  14. Tijeras de botón

Dieta. Mangueta y siete ñudos a la bragueta

Dieta. Mangueta y siete ñudos a la bragueta

Este es un refrán de Juan Sorapán de Rieros “Dieta, mangueta y siete ñudos a la bragueta” que comenta en su obra “Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua” publicada en 1616.

Es el refrán número 40 de la obra de J. Sorapán y se refiere a la salud y consta de tres partes: “Dieta”. “Mangueta” (una bolsa hecha de vejiga de animal o bolsa de cuero que servía para practicar enemas y administrar medicamentos por vía rectal) y “siete ñudos a la bragueta” (ñudo es nudo en castellano antiguo).

El comentario es largo y lo publico en tres partes y le pongo un titulo mas actual y atractivo:

Los títulos que le pongo a las tres partes del refran y sus enlaces para ver el texto son los siguientes:

La dieta y la salud en España en el siglo XVII (Dieta)

El enema y la salud en el siglo XVII (Mangueta)

La sexualidad y la salud en España en el siglo XVII. (Siete nudos a la bragueta).

Realizo una transcripción al idioma español actual, si alguien desea conocer el refrán en su versión original, el lenguaje de la época consulte el libro “Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua” publicada en 1616 de Juan Sorapán de Rieros.

Las notas entre paréntesis pongo el significado actual de la palabra para ser más fácil la comprensión del texto.

La sexualidad en España en el siglo XVII

La sexualidad en España en el siglo XVII

La sexualidad en España en el siglo XVII según Juan Sorapán de Rieros del refrán “Dieta, mangueta y siete ñudos a la bragueta” que comenta en su obra “Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua” publicada en 1616.

Este refrán es el número 40 de la obra de Juan Sorapán de Rieros que se refiere a la salud, consta de tres partes: “Dieta”. “Mangueta” (una bolsa hecha de vejiga de animal o bolsa de cuero que servía para practicar enemas y administrar medicamentos por vía rectal) y “siete ñudos a la bragueta” (nudos). referentes a  normas de conductas de la sexualidad como método de obtener buena salud

El comentario es largo y lo publico en tres partes:

La dieta y la salud en España en el siglo XVII (Dieta)

El enema y la salud en el siglo XVII (Mangueta)

La sexualidad y la salud en España en el siglo XVII. (Siete nudos a la bragueta).

Realizo una transcripción al idioma español actual, si alguien desea conocer el refrán en el texto original puede consultarlo en el libro “Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua” publicada en 1616 de Juan Sorapán de Rieros. Se coloca entre paréntesis el significado actual de la palabra para ser más fácil la comprensión del texto.

Transcripción de la tercera parte del refrán “Dieta, mangueta y siete ñudos a la bragueta”

 

“Siete ñudos a la bragueta”.  Esta tercera parte es la que título: “La sexualidad y la salud en España en el siglo XVII”

En cuanto a la última parte del refrán (siete nudos a la bragueta) se advierta bien el término que nos enseña una de las cosas más necesarias para la salud de cuantas los humanos pueden abrazar que es la castidad y templanza acerca de cuantos humanos no pueden abrazar que es la castidad y templanza acerca del acto venéreo diciendo: siete ñudos a la bragueta.

De adonde entenderemos cuan necesario sea huir el detestable vicio de la carnalidad, el cual abrevia la vida, corrompe las virtudes para los términos y ley de la razón destruye los cuerpos y finalmente hace los ánimos y fuerzas de los hombres afeminadas.

Y porque no parezca que esta sentencia dice sin gran consideración, que anudemos con siete lazadas el deseo libidinoso, sin dejarnos vencer de él.

Advierta el prudente las palabras que a este propósito dice el filósofo escribiendo al Magno Alejandro en el libro de “secretis”.  Y por tanto dice: te ruego Príncipe y Emperador clementisimo que te inclines a la bajeza porque del coito, ni al apetito de las mujeres; porque el coito es propiedad de los puercos y la gloria y honra que a ellos les dan, esta te podrá dar a ti.

El inventor de la racional Medicina, Hipócrates, de quien dice Macrobio en el libro “Somno Scipionis” que no supo engañar ni ser engañado, afirma que el coito es especie de aquella gran enfermedad que los médicos llaman epilepsia y los castellanos “gota coral” (nombre antiguo de la epilepsia) dando a entender que, con la venus (sexo), ni más ni menos que con esta enfermedad se daña y ofende mucho el entendimiento como lo noto Apuleyo en la “Apología primera”

De este parecer es Galeno en el libro catorce “de la utilidad de las partes” donde enseña que el acto venero es un pasmo y gota coral que asalta los animales privándoles los sentidos.

Celio Aureliano tiene la propia sentencia en su libro primero

Y el filósofo (Aristóteles) parece que conviene con estos grandes autores en el libro tercero de los problemas en la sentencia nona por estas palabras: Los más de los hombres en el coito desfallecen y tiene falta de ánimo. Y en otra parte dice que los deleites son gran impedimento para la prudencia y que mientras uno más parte de ellos tomares, tanto más atrás se quedará en el juicio y pone ejemplo en el deleite de la carne.

Concuerda con esto el santo profeta Oseas en el capítulo 4 diciendo: La fornicación, el vino y la embriaguez arrebatan y quitan el corazón.

El buenaventura San Jerónimo explicando este lugar dice: que como el vino y la embriaguez hacen impotente el entendimiento, así el deleite carnal pervierte el sentido y debilita el ánimo y finalmente de hombre le convierte en animal. Y el mismo Jerónimo en otro lugar a este mismo propósito dice: que las mujeres debilitan y quebrantan el cuerpo juntamente con el ánimo.

Y el poeta elegantísimo (Virgilio) hizo iguales las fuerzas del vino de la Venus diciendo: que cualquiera de estas dos cosas basta para privar al hombre de su entendimiento.

A la cual sentencia le acerca mucho el divino Gregorio (San Gregorio Magno) en sus morales (Moralidades de Job), cuando dice: que de la demasiada venus (sexo) nace la ceguedad del entendimiento.

San Agustín con sutil espíritu en el libro primero de los “Soliloquios” dice: ninguna cosa entiendo que hay de punta en blanco derribe más de su alteza y trono el ánimo del hombre que las blanduras y contactos femeninos

Y los mismo repite con más largas palabras Santo Tomás diciendo_ que el ánimo del hombre por las cosas veneras se aplica a los corporal y que de esta suerte las operaciones del entendimiento se debilitan.

Puedese también traer a este propósito aquello de Seneca en el prefacio del libro séptimo “De las declaraciones” que no hay cosa tan mortal para los ingenios como la lujuria.

El homero de los filósofos Platón, en el libro nono “De la república” dice: que los deleites de la gula y de las cosas venéreas son bestias heras, malvadas y crueles y a los que en ellas se envuelven llaman brutos.

De dos cosas decía el Magno Alejandro que conocía y sacaba en limpio que no eran dioses como algunos pensaban: la una el sueño y la otra el coito

Marcilio Fiscino, docto médico, afirma en el libro primero de visa sana que los hombres de leyes tienen cinco enemigos, pero el mayor de todos dice, es el coito porque les ofende el entendimiento.

Y porque sería proceder muy largo traer aquí las autoridades y razones de insignes médicos, filósofos y santos que con evidencia muestran el notable daño que el acto venéreo hace en las fuerzas del anima y entendimiento; me contento con lo hasta aquí probado.

Quien quisiere ver más acerca de esta verdad lea a Plinio, a Aecio, a Valerio Máximo, a Simplicio, a Platón en muchos lugares, a Luciano, a Apuleyo, a Celio Aureliano, a Hipócrates, a Galeno, a Avicena y a Santo Tomas que estos notables hombres satisfarán su gusto en los lugares escrito en el margen

No solo las fuerzas del ánimo como queda probado desfallecen y sen consumen con el acto venéreos, más las del cuerpo se desvanecen y deshacen por la cantidad grande de sangre fina que se evacua. Esta verdad enseña el filósofo (Aristóteles) en muchos lugares particularmente en el cuarto libro de sus problemas adonde afirma que todos los animales, ningún hay que se resuelva tanto en aquel acto, ni que, respecto de su cuerpo, haga tanta evacuación como el hombre. Y así, dice, andan los que lo usan flacos y macilentos porque se hace evacuación de todo el cuerpo.

Causa pues en el cuerpo humano tanta flaqueza la evacuación que se hace en el acto porque es de sangre muy cocida, fina y pura.

Y así Galeno en el libro “De semine” afirma que el semen no es otra cosa que la sangre exquisita. De este mismo parecer fueron Herasistrato y Herofilo, como lo refiere Octavio Oraciano en el libro cuarto de su medicina. Enseña también esta verdad el Príncipe Avicena en la vigésima del tercero. Pitágoras según refiere Plutarco en el libro quinta de los placitos tiene la propia senescencia. Alude a este mismo significado aquel lugar del santo Profeta Oseas adonde dice: creció el adulterio y la sangre tocó a la sangre. Y el vulgo comúnmente por esta propia razón llama a los que son parientes consanguíneos que son una propia sangre. De adonde vinieron los poetas a usar del propio lenguaje como se ve en el libro sexto de la Eneida y en Juvenal, sátira primera y en el arte poético de Oracio.

Es necesario aquí advertir que en la sangre pura de que se hace el semen, esta gran parte de la vida, que derramada lleva consigo muchos espíritus vivientes.

Esto se deduce de lo que Galeno testifica en el libro de las sanguijuelas, adonde nos dice: no ser bueno el mucho uso de las sangrías, porque con la sangre sale juntamente el vital espíritu.

Plinio es de este parecer en el libro undécimo.

 Virgilio entendiendo esta verdad en el libro primero de la Eneida, tomó el alma por la misma sangre y en el libro segundo de esta obra hablando de Polites dice: cayó y derramó su vida con mucha sangre, por esta propia razón usa este excelente poeta en llamar los cuerpos muertos exangües, sin sangre, como si dijera sin vida. Así se ve en el según de la Eneida cuando dice: que fue puesto el cuerpo de Héctor sin sangre en el sepulcro. Y en el libro nono de la Eneida dice: que hubo gran llanto en los reales cuando fue hallado el cuerpo de Ramnete sin sangre.

San Agustín en libro de las cuestiones del nuevo y viejo testamento dice: que el alma había en la sangre.

Y muchas veces en las divinas letras (Deuteronomio), la sangre se pone por el alma, aunque no es el alma.

Diógenes y Cricias como dice Gregorio Niceno dijeron que la sangre es el alma.

Galeno en el libro segundo de los decretos de Hipócrates y Platón dice que Cleantes, Crisipo y Zenón, insignes filósofos, fueron de la opinión que el alma era de sangre y su sustancia era el espíritu.

Pero lo que es verdad, como ya esta dicho, es que en la sangre está parte de la vida y que siendo derramada lleva consigo muchos espíritus vitales.

Viniendo pues a nuestro propósito y particular intento que es manifestar la verdad de la última parte de este refrán. Digo, que mientras más evacuación se hiciere del semen pues este se hace finísima sangre en la que está gran parte de la vida, que mas se abreviarán los días de los mortales y se consumirán las fuerzas y en mas poco tiempo se envejecerán los que lo usaren y tanto mas presto llamarán a las puertas de la muerte. Esta conclusión es de Aristóteles en el libro séptimo de “La historia de los animales” y el libro “Longitudine y brevitate vita”.

Hesíodo dice: que en ninguna manera debe llegar a mujer el que desea venir a la vejez.

Menandro, Averroes, Alberto Magno, Arnaldo de Vilanova y Cicerón afirman lo mismo.

Hipócrates, siendo preguntado a que edad era bueno el coito. Respondió que, en ninguna, sino es que el que lo usa quisiese hacerse enfermo o mas flaco que antes era.

Clinia, de la secta pitagórica, decía: que entonces se había de juntar el hombre con la mujer cuando quisiese ofenderse a sí mismo.

Epicuro, fue defensor del deleite, pero con toto eso condenó por malo el uso de la venus (sexo).

Demócrito Abderites fue de esta opinión, viviendo castamente. Decía este filosofo que en tal acto se pierde el ser, porque sale un hombre de otro hombre.

Teócrito griego afirmaba: que los que son muy dados a la venus, en su día se envejecen.

San Crisóstomo a este propósito dijo: que los que se pasan su vida en actos de lujuria andan siempre cercados de un escuadrón de enfermedades, les viene la vejez muy temprana y su vida pasa siempre revuelta con médicos y medicina. Este gloriosos santo se comprueba y verifica más en estos calamitosos tiempos que en otros algunos por la fea y torpe enfermedad gálica (sífilis) la cual está y apoderada del linaje humano en todo el mundo, de tal suerte que apenas se haya hombre ni mujer que no consulte al médico y gaste sus dineros en zarzaparrilla y en palo (esto eran en aquella época uno de los tratamientos para la sífilis: zarza parrilla, hierba de América y el palo del árbol de guayaco) para defenderse de tan perniciosa enfermedad que por su contagio se extiende tanto que se hereda de padres a hijos y de hijos nietos. De adonde entenderemos que este maldito mal y vicio, de que tratamos, no solo abrevia la vida y quita la salud del que a él es dado más también a la de todos sus descendientes y venideros, cosa lastimosa.

Pero para no cansarnos probando con autoridades de filósofos, santos, verdad manifiesta que la experiencia propia nos la muestra cada día el ojo. Y esto no solo en los hombres más también en los animales brutos. El cabrón (macho cabrío o chivo) lascivo, dice Columela, que cuando llega a los siete meses estando con la leche en los labios puede engendrar y así consumido con la demasiada lujuria es viejo de seis años. Los pajarillos machos, nos dice Aristóteles, y nosotros lo vemos que son de más breve vida por su salacidad (inclinación vehemente a la lascivia) que las hembras, El mulo comúnmente vive más larga vida que el asno y el caballo por no desustancia en el acto venéreo como sus padres.

Siendo pues así que las virtudes del ánimo y cuerpo se consumen, aniquilan y totalmente se desvanecen en el inmoderado uso de la venus (sexo) y que las fuerzas se destruyen marchitándose, enflaqueciéndose y afeminándose las carnes llamado a las puertas de la muerte antes de tiempo por la multitud de enfermedades y temprana vejez que se siguen a este vicio.

¿Quién habrá que no tema que debajo de la dulzura no dan el mortífero veneno? ¿Y quién habrá también tan pertinaz y de obstinado entendimiento que no conozca ser el verdadero antídoto de tan detestable mal, el precioso remedio de la castidad, que este refrán nos propone en su última parte?

Es tan abundante la copia que se ofrece al entendimiento para tratar el acto venero capital y sangriento enemigo de la naturaleza que antes faltará el tiempo, las fuerzas, el estilo y modo con que fabricar la oración que la materia falte.

Pues está claro que universalmente corrompe y deshace todos los miembros y como dice el elegante Cornelio Celso en tal acto toda la máquina del cuerpo humano se bambanea, de desmorona y tiembla.

Levinio Lemnio, afirma que los actos veneros destruyen, marchitan, desfloran y afean toda la hermosura, gentileza y brío del hombre porque se seca y enjuga, todo el cuerpo queda áspero y yerto y más intratable que risco o monte.

Y no solo la superflua venus ofende todos los miembros del cuerpo humano, más particularmente a cada uno de ellos, como se verá en lo que sigue.

Comenzando pues desde un tan alto y principal miembro y parte del cuerpo humano como es la cabeza y sesos. Dice nuestro Galeno que la ofende gravísimamente el inmoderado coito. El semen es parte del cerebro.  Lo propio afirma Alberto Magno y Arnaldo de Vilanova.

Y Pitágoras como refiere Laercio dice que la simiente es una gota que cae de los sesos.

Hipócrates con más primero que todos lo enseño en el libro “De aire, agua y lugares”

De esta opinión son San Agustín, San Gregorio, Nemesio, Constantino el Africano, Avicena y Arnaldo de Vilanova.

condesciende a ellos mucha parte de espíritus, así lo enseña Galeno en el libro de los placitos de Hipócrates y Platón.  Y Aecio en el” tetrabilis segundo”, sermón tercero, capitulo tercero.

Y por esta razón los poetas en sus fabulas dijeron que Cupido, capitán y caudillo de la lujuria era ciego; dando a entender que el coito daña los ojos.

Entre otras partes a quien ofende mucho este vicio es una al estómago, parte preciosísima del cuerpo, de quien dice Quinto Sereno Samoniaco, que es el gobernador y rey de las demás partes que le componen, porque estando el estómago valiente, todo el cuerpo lo está y si por el contrario débil, todos los restantes miembros se debilitan.

Macrobio en sus “Saturnales” llama el estómago padre de familias de todo el cuerpo

Los autores modernos dicen que es la oficina, que adereza el manjar par las demás partes. Daña pues la venus al estómago más que a otra parte alguna como lo dice Galeno sobre las epidemias adonde trata de Pythion.

Aecio y Avicena son del parecer que ofende también el coito a loes riñones. Según doctrina de Aristóteles en el libro 4 de sus problemas. Y Galeno enseña lo propio en el libro sexto de las enfermedades vulgares. Y Hipócrates en el de las enfermedades porque dicen que pasa el semen por los riñones. Y por esta razón interpretan los teólogos en el Éxodo, capit. 12, que esta mandado que los que comían el cordero pascual tuviesen ceñidos los riñones para que se entendiese que habían de refrenarle en la lujuria. Y sobre aquel lugar “Scrutans corda, venes Deus”, escribe San Agustín que por los riñones se entienden los deleites carnales.

Es contrario así mismo el coito a los dientes, como escribe Celio Aureliano y Aecio.

Al hígado y corazón hacen gran daño y al vientre según doctrina de Aristóteles en el cuarto de sus problemas.

Oribasio dice que hace daño a los livianos, al pecho, a las ancas, a la vejiga, a la garganta y a los pies

De suerte que el superfluo coito destruye y desbarata toda la máquina del cuerpo universalmente y particularmente cada miembro de por sí.

Supuesto pues que la superflua y desordenada venus causa horribles enfermedades al ánimo y a todo el cuerpo. Y supuesto también que nuestro refrán nos da por remedio de tan graves males, los siete nudos de la bragueta, será bien fruto de mis trabajos que estos siete nudos que el refrán dice son siete remedios que ha de usar el cristiano para cohibir, frenar y vencer el apetito de la venus y la lujuria.

 

Primer nudo: Retirarse de la mucha comida, del mucho uso del vino, padeciendo hambre y ayunando

Este remedio y nudo se cogen las salidas y se impiden los pasos a la causa material del amor.

En las “Colectáneas” de los griegos una sentencia dice: Venus (sexo) es muerta sin el Baco (vino) y sin la Ceres (diosa de los cereales)

Lo propio dijo Terencio en el eunuco y el Bienaventurado San Juan declarando este lugar dice: que extendiéndose el vientre con la comida y bebida se extiende también las partes conjuntas a él.

 

Segundo nudo: Apartarse del vicio de la lujuria y huir la conversación de hombres y mujeres que traten actos de lujuria

Dice Seneca en el libro tercero “De yra” que la manera que los cuerpos con el contacto se inficionan así el ánimo comunica los vicios a sus próximos.

Ovidio dice que, si alguno fuere enamorado, será su remedio huir el contagio de los hombres pestilentes y viciosos, porque aún los ojos sanos si miran a los enfermos se infectan. La misma s sentencia tiene Juvenal en la sátira segunda donde dice: que el racimo de uva verde hace de su misma calidad el otro que esta junto a él. Y los escritores sagrados, el divino vaso de elección Pablo, hablando a este mismo intento dice: si hay entre vosotros algún fornicante, avariento, adorador de ídolos, maldiciente, dado al vino o ladrón no metáis con él la mano en el plato.

 

Tercer nudo: El trabajo y el entretenimiento

El tercer medicamente que anuda y ata las fuerzas de la lujuria y el vicio de la carne es el trabajo y entretenimiento en alguna cosa que ocupe las fuerzas del ánimo y del cuerpo

Porque la lujuria siempre se haya en casa y albergue del ocio, sepultura y muerte de innumerables mancebos entregados a este miserable vicio

Ovidio da a entender muy bien cuanta fuerza y energía tiene el ocio para atraer los hombres a este vicio, diciendo: Si quitares la ociosidad de por medio, el arco y la flecha de Cupido, no tendrán fuerza

Menandro, como refiere Estobeo en el sermón setenta y dos, llama al amor ocioso. Y Teofrasto dijo que el amor era afecto del alma ociosa

 

Cuarto Nudo:  Huir de los espectáculos, juegos y comedias lascivas y deshonestas

El cuarto nudo de los siete, que es principal remedio para guardarnos de esta bestia fiera, será que huyamos los espectáculos, juegos y comedias donde se tratan cosas lascivas y deshonestas.

Ovidio dice: que estos lugares son muy a propósito y muy fuertes para que el amor cace en ellos. Y Juvenal enseña lo mismo en la sátira sexta y en la undécima escribe: que los hombres se encienden y abrazan en lujuria cuando ven en estos actos públicos saltar las mujeres con movimientos lascivos.

Pontano a este mismo propósito en el libro de la crianza de los hijos dice: Nunca la casta Penélope ni la famosa Romana Lucrecia se hallaron en cantos ni en juegos de representaciones.

 

Quinto nudo:  Abstenerse de tener y mirar pinturas deshonestas y lascivas

El quinto nudo y no de poco momento para defendernos de este animal ponzoñoso es guardarnos de tener y mirar pinturas deshonestas y lascivas.

Propercio atribuye el origen y causa de la deshonestidad a las pinturas obscenas porque los que las miran se encienden en la lujuria.

Aristóteles en el séptimo libro de su política manda que tengan cuidados los magistrados y gobernadores que no haya pintura, ni estatua deshonesta en la ciudad.

 

Sexto nudo: No tener o leer libros deshonestos

El sexto nudo con que ataremos este león y detendremos sus carniceras uñas que nos apartemos de conservación y de la lección de libros deshonestos.

Así lo manda Aristóteles diciendo: La torpeza y suciedad de las palabras totalmente se debe ahuyentar y desterrar, porque de la licencia del mal hablar se sigue la licencia del mal obrar.

No la estatua de Venus Verticordia, hecha de finísimo marfil o bruñida de plata de que los antiguos tanto caso hicieron. Ni el bosque Leucadio, ni el agua de Selemno mitigarán tanto el ardor y fragua de nuestra concupiscencia

 

Séptimo nudo: Remedios y medicamentos contra la lujuria

En el séptimo y último nudo propondremos mediante el favor de Dios lo remedios

Enseñaron pues los doctos varones en medicina que las hojas de sauce molidas y dadas a beber reprimen la destemplanza y furia de la lujuria. Esta es doctrina de Plinio, en el libro veinticuatro, capitulo noveno, adonde dice: que el que usare mucho de este remedio, de todo punto perderá el apetito. Del propio parecer es Dioscórides en el libro primero, capitulo cuarenta y cinco. No ignoró Hipócrates esta virtud de las hojas del sauce, el cual en su libro decimo de la Odisea, llama al sauce destruidora del fruto. Y Alciato en un emblema le da el mismo epíteto. El bienaventurado Geronimo sobre Esaias, capitulo diez y seis, hace mención de este árbol

La ceniza del tarahe (Es una planta que fue considerada medicinal, su nombre científico o latino: Tamarix gallica. También tiene otros nombres como son: Taray, Atarfe, Mostacilla, Tamarisco, Tamariz, Tarache, Taraf, Tarahe, Taraje, Tarfá) mezclada con orina de buey y bebida Plinio, en el libro veinticuatro, dice: que acaba de todo punto la lujuria. Y el mismo autor dice que la ninphea (es una planta acuática, que flotan sus hojas y su flor en el agua) quita totalmente el apetito de la venus (sexo). Y en el libro treinta enseña que el polvo en se hubiere revolcado alguna mula, si lo esparcen por el cuerpo mitiga el ardor del amor.

Dioscórides, en el libro segundo, dice: que el ardor de la lujuria se mitiga bebiendo el cocimiento de las lentejas con miel o la simiente de las lechugas con agua.

Galeno, en el libro de los remedios “Facile parabilibus”, dice:  que la ruda (La ruda, conocida científicamente como Ruta graveolens, es una planta herbácea perenne originaria de la región mediterránea y Asia. Se utiliza tanto como planta ornamental y medicinal, apreciada por su aroma y sus diversas aplicaciones) que dada en la comida y bebida reprime los apetitos de la venus y lo mismo enseña Oribasio en su “Compendio de la medicina”

Pero el remedio más cierto y eficaz para reprimir los aguijones del amor es la simiente, las hojas y las flores del agno casto, (Extracto elaborado con el fruto del árbol casto (Vitex agnus-castus) que se encuentra en partes de Asia y Europa) como lo enseña Galeno y Aecio en el “Tetrabibli”.  Y Paulo en el libro séptimo. Y añade Galeno que en los sacrificios a la diosa Ceres, las mujeres castas se sentaban sobre estas ramas. Paulo dice que conserva la castidad no solo siendo comido o bebido mas también esparciendo sus ramas sobre la cama o debajo de ella.

Marcelo, en el libro de los medicamentos, dice: La yerbabuena (El nombre científico es Mentha spicata, conocida popularmente como hierbabuena, yerbabuena o menta de jardín, es una hierba aromática empleada en gastronomía y perfumería) es muy inepta y mal aparejada para las cosas venéreas.  De la misma opinión es Aristóteles, en el libro vigésimo de los problemas dice que la yerbabuena en la guerra, ni la comas ni la siembres. Y la razón por lo que lo dice es porque resfría los miembros y corrompe la simiente. Es de este parecer también Galeno en el libro sexto de los “Simples medicamentos”. Y Plinio también lo dice en el libro veintidós.

Algunos dicen que una planchuela de plomo horadada y puesta sobre los lomos sirve para reprimir la concupiscencia. Lo propio afirman de la esmeralda, del zafiro y del topacio.

Supuesto pues que hemos explicado largamente los males y daños que la superflua venus (sexo) causa y como se han de dar para la conservación de la salud los siete nudos a la bragueta.

Y supuesto también que el coito es necesario para la conservación de la especie humana como enseña Averroes en el segundo libro de anima.

Aristóteles, en el libro cuarto de los problemas, dice que hay tanta delectación en el coito porque la generación de los animales sea perpetua.

Digo pues, dadas estas suposiciones, que es imposible para cumplir mi intento dejar de tratar los provechos que la moderada venus causa y cual edad y complexión sea más acomodada para ella y que tiempo, pues todos los autores antiguos y modernos, la ponen entre las cosas naturales diciendo que ha de ser moderada.

Pero quiero que entienda el sabio lector que todo lo que acerca de esto dijéremos es hablar con los casados y ligados con el vínculo del matrimonio, porque a ningún otro le es licito el coito y antes debe cualquiera morir mil veces que pecar contra su Dios y Señor.

Viniendo pues al intento digo: que la moderada venus (de consentimiento de los graves autores de medicina) es saludable para muchos y causa buenos efectos

Aecio, doctísimo médico, dice: que contemos el provecho y la utilidad de las cosas veneras, pues no son a todos dañosas si miramos el uso, el tiempo, el modo y la sana disposición del que la usare, porque la venus quita la repleción, hace ágil y ligero el cuerpo, le da mayor aumento y más fortaleza en los miembros, hace más fáciles las vías, dilata y abre los poros, purga la flema, hace despiertos a los mentecatos(los tonto, falto de juicio, privado de razón), remite y aplaca la de demasiada ira. A los melancólicos y tristes que huyen la conservación humana le es remedio y cierta medicina. Y discurriendo Aecio un poco más abajo dice: la venus moderada a los furiosos los aplaca y los hace de sano consejo y quita la gravedad y el dolor de cabeza, restituye el apetito del estómago y las efusiones del semen que muchos entre sueños la padecen

Aristóteles, en el libro de los problemas, confiesa_ que la venus sana las enfermedades de la fema y más adelante dice: que la venus aprovecha para la largueza de la vida.

Plinio dice aprovecha también a los mordidos por escorpión.

Galeno, clarísimo y singular médico, dice: que hay algunos hombres que por falta de este remedio son molestados con dolores de cabeza y aborrecen la comida y están dispuestos para caer en calenturas y que estos tales como tienen el apetito perdido también tienen falta de cocimiento. Y más adelante dice: que es superfluidad detenida se corrompe y causa accidentes como si fuera veneno, de adonde vienen los desmayos y temblores en el corazón, pasmos, privación del anhelito y sofocación de la matriz. Y estas tales enfermedades principalmente acontecen a las viudas y doncellas que viven en castidad.

Aecio, en el “Tetrabibli primero”, dice: que las complexiones más prontas para la venus son las calientes y húmedas y que pueden sufrir su uso más que otras algunas y en ninguna manera las complexiones frías y secas de los cuatro tiempos del año es el más idóneo el verano.

De las edades la juventud el mantenimiento es el caliente y húmedo, porque si es frio es inútil.

El vino es sustancia delgada. El pan es bueno y de ayer cocido. La carne de cabrito, de cordero, de puerco, de gallina, de perdiz o de ternera. De peces el pulpo. De hortalizas el panizo, la oruga, las zanahorias, los nabos, las habas y garbanzas. Las uvas son en este caso mucho de alabar.

Pero tenga cuidado el que usa la venus (sexo) de no tener el cuerpo repleto, ni tampoco ha de tener hambre.

Y así será buena ocasión después de haber comido o cenado, interponiendo algún espacio de tiempo y antes de dormir.

Paulo Gineta (Paulo de Egina) dice: con el sueño que sigue después de la venus, el cansancio y laxitud de tal acto se remete y para la generación es más provecho porque es esperma con el sueño se detiene mejor y está más quieto.

En cuanto al modo de usar la venus, no hay que decir, ni en cuanto a la cantidad, pues ya se ha advertido que ha de ser moderada y medida con la fuerza, complexión y edad de uno; no haciendo caudal de aquel refrán que viene a este propósito y lo escribe el Comendador entre los demás, el cual se entiende del ayuntamiento (según él dice) del hombre y la mujer.

Aunque me temo me ha de juzgar el lector que este comentario es muy largo. Y aunque también temo que ha de parecer lo restante que se dirá algo obsceno, no puedo dejar de pasar adelante respondiendo a algunas dudas que los escritores trataron del acto venéreo suelen ventilar, pues respeto de lo mucho que había que decir, hemos andado cortos. Y todas las cosas (como se suele decir de ordinario) son limpias y honestas a los que limpia y santamente las tratan.

Es pues la primera duda: ¿cuál de los dos recibe más delectación en el acto venéreo?,, (supuesto que todo lo que haya aquí se ha dicho, pertenece al hombre y a la mujer), La respuesta es que la hembra se deleita más. Este parecer es de Avicena y de Halyabbas, los cuales afirman que la mujer extensivamente tiene doblado deleite en tal acto.

La razón que dan estos autores es porque el hombre solo se deleita en cuanto a la expulsión semen, pero la mujer en cuanto a la expulsión que hace también y en cuanto a la atracción y succión, recibiendo y chupando del hombre.

Galeno en libro 4 “Simprhmate” dice que las partes genitales en los hombres y mujeres tienen un común deleite la facultad de expulsar y en las mujeres se haya otro más en todo el utero que es de atraer. Es esta opinión Pedro Aponense en el conciliador y en comentario del problema décimo quinto del cuarto de los problemas. También aprueba este parecer Juvenal en la sátira undécima y Pedro Gorreo, medico parisiense, en un comentario a donde dice: que aunque es verdad que el semen del hombre es más copioso, más caliente y mordaz, de adonde parece que el hombre se había de deleitar más que con todo eso en las mujeres hay otras más particulares que considerar, que son causa de deleite porque el utero de la hembra apetece grandemente el semen y mientras le atrae y embebe en sí y al tiempo del mismo concepto es maravilloso el deleite que recibe. Describe esta cuestión galanamente Ovidio, Luciano, Apolodoro, Julio Higino y Fulgencio

La segunda duda; ¿Cuál de los dos estados: el de la doncella o la que ha tenido uso del tal acto venéreo, tenga más deseo o inclinación a él?

Acerca de esta duda hay diversos pareceres. Algunos autores dicen que las doncellas apetecen más el tal acto porque desean experimentar aquel deleite que nunca han conocido.

De este parecer es Santo Tomas glorioso San Antonio y San Gerónimo, cuando dice: la lujuria en las doncellas mayor hambre padece mientras piensan que es mal dulce lo que no han experimentado

Pero Tertuliano es de parecer contrario el cual en un libro que escribió “Ad uxorem” dice: la viuda tiene más mas trabajo porque es fácil cosa no apetecer lo que no se conoce y huir lo que nunca se ha experimentado. Podrá la doncella tenerse por más dichosa y la viuda por más trabajosa, la doncella porque siempre tuvo bien y la viuda porque le hayó. De este parecer fue San Ambrosio en el principio del libro de las viudas

Y una glosa hay en el derecho que dice: que es más fácil guardar virginidad que la continencia después de la corrupción de la carne

Alciato es del propio parecen en la “ley malum” y el poeta en libro tercero de la geórgica cuando cie: que el deleite conocido y experimentado solicita los primeros concúbitos.

Esta misma parte confirma Aristóteles diciendo: acordándose del deleite que en otro tiempo las alegraba se mueven con el deseo del pasado trato.

Lo que se ha de tener por cierto acerca de esta duda es lo que enseña Aristóteles en el libro séptimo de la “Historia de los animales” el cual afirma que las doncelluelas de poca edad cuando se les hinchan los pechos y comienzan las purgaciones menstruales y aquellas también que en tierna edad usaron y conocieron la venus con más deseo y afecto apetecen el coito. Y así aconseja Aristóteles que en aquella edad tengan gran cuidado en la custodia de las doncellas porque pasados aquellos tiempos después con facilidad guardan castidad, pero si entonces conocen varón, es muy difícil la continencia en lo futuro

Disputa esta cuestión doctísima Pedro de Apono en los “Comentarios” sobre el libro cuarto de los problemas de Aristóteles, cap. 26, adonde pone la causa de esta conclusión

Galeno también dice que en el tiempo de la pubertad y cuando comienzan a correr los meses predomina el deseo libidinoso. Lo propio había mostrado antes Aristóteles en el séptimo de “Las políticas”

Lo que se ha averiguado y cierto, según doctrina de doctísimos varios, es que las mujeres que son estériles son más libidinosas que las demás. Porque como no se purgan ni limpian suficientemente, abundan de simiente, la cual, sino se expele, excita y levanta gran deseo del coito. Enseña esta doctrina Nicolas Leoniceno en las “Cuestiones naturales”. Y Aristóteles en el cuarto de la “Generación de los animales.”

Es de saber que los hombres en unos tiempos del año apetecen más coito y las mujeres en otros. Las hembras en el verano como afirma Hesíodo y Aristóteles en el libro cuarto de los problemas adonde dice: que las naturalezas calientes en el tiempo del verano se abrasan, enflaquecen y disipan. Y las frías tienen más fortaleza y vigor. Siendo pues el varón caliente y seco y la mujer fría y húmeda es claro que en el verano las fuerzas del varón se disminuyen y las de las mujeres fortalece. Y así las mujeres en tiempo caliente y los hombres en frio apetece la venus de adonde manó aquel refrán castellano: “Junio, julio y agosto, señora no soy vostro”

Plinio en el libro 2 de la sentencia de Alceo y Hesíodo dice: que cuando florece la yerba scolimo, que es el cardo arrecife (nombre científico cynara carduculus) las mujeres apetecen intensamente el acto venero y los hombres en este tiempo están muy remisos.

Pero un proverbio español a quien se ha de dar más crédito que a Plinio y tanto como a Aristóteles que dice: “cuando brota la higuera requiere a tu compañera y si no te quiere escuchar espera a que brote el moral”.  Y según este refrán paraque que cuando la higuera y el moral echan sus hojas que es en el verano, entonces está en su fuerza y en las mujeres en el deseo lascivo. Y no es fuera de razón pues en aquel tiempo se calientan los fríos humores y crece la sangre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El enema y salud en España en el siglo XVII

El enema y salud en España en el siglo XVII

El enema y la salud en España en el siglo XVII según Juan Sorapán de Rieros del refrán “Dieta, mangueta y siete ñudos a la bragueta” que comenta en su obra “Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua” publicada en 1616.

El refrán es el número 40 de esta obra y se refiere a la salud, consta de tres partes: “Dieta”. “Mangueta” (una bolsa hecha de vejiga de animal o bolsa de cuero que servía para practicar enemas) y “siete ñudos a la bragueta” (nudos), referentes a abstenciones sexuales como método de obtener buena salud

El comentario es largo y lo publico en tres partes:

La dieta y la salud en España en el siglo XVII

El enema (mangueta) y la salud en el siglo XVII

La sexualidad en España en el siglo XVII. (siete nudos a la bragueta).

Realizo una transcripción al idioma español actual, si alguien desea conocer el refrán en su versión original, el texto de la época, se encuentra en el libro “Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua” publicada en 1616 de Juan Sorapán de Rieros.

Transcripción de la segunda parte del refrán “Dieta, mangueta y siete ñudos a la bragueta”

Mangueta (mangueta, clister o jeringa rectal servía para realizar enemas y para administrar medicamentos por vía rectal)) y la salud en el siglo XVII

La segunda cosa que nos da el refrán con que podemos defendernos de las enfermedades y de los médicos y de los boticarios y barberos, es la mangueta.

Y porque no quede duda alguna en cosa de tanta importancia, se advierte aquí que mangueta es lo mismo que decir jeringa con que se administran las medicinas en muchas partes de España, y aun en estos tiempos en el Reino de Valencia se usa en recibir las medicinas con unas manguillas o manguetas hechas de cuero o con vejigas, por eso se usa este termino en el refrán, que consiste gran parte de la conservación y prorrogación de la vida humana en no usar jarabes y purgas para descargar el cuerpo y vientre de los excrementos detenidos en él, antes ha se ha de hacer esto seguramente y sin inconveniente alguno como el admirable remedios de las ayudas que llamamos medicina,

Este genero de remedio que aquí nos propone el refrán, el más seguro, necesario, conveniente y usado en todas las naciones del mundo. Así para ahuyentar las enfermedades, como para conservar la salud de cuantos la curiosidad humana hasta hoy a experimento.

Plinio en el libro octavo de su “Natural Historia”, capitulo 27, dice que estos remedios de las medicinas le mostro a los racionales el ave que en Egipto llaman grulla y en sintiéndose enferme, enseñada por la sabia naturaleza lleno el largo pico de algún licor tuerce el cuello y se infunde por la vía de la evacuación el medicamento que lleva en él con el cual artificio cura sus males y desocupa el vientre.

Muestra bien nuestra lengua castellana la prestancia y excelencia del beneficio que los mortales reciben con este medicamento pues a ningún otro remedio da nombre de medicina, sino a solo este.

Y así cuando cie el medico que usemos medicina, no habemos de entender otro medicamento alguno sino el de la mangueta, que el refrán aquí nos propone pues por figura antonomasia y excelencia se ha alzado con este nombre de medicina.

Algunos curiosos dicen que se llame medicina, sin melecina, y que tomo este apellido de la miel con que se guisa, pero yo mas creo a los que afirman que por excelencia se dice medicina.

Dele pues cada uno el nombre que quisiere, o le llame medicina o melecina o ayuda o clister o servicio o manguea como el refrán que se disputa su nombre. Importa poco respecto a lo mucho que importa saber la gran utilidad de este remedios, pues con el se evacuan los excrementos detenidos en el vientre, que suelen ser causa de la muerte, con él se constriñe y detiene el humor que corre mucho, con el se aplacan los insufribles dolores, se resuelven ventosidades, se lavan, mundifican, conglutina y desecan las llagas tripas, matanse y expelense las lombrices y en conclusión los cuerpos consumidos y secos suelen humedecerse y criar carne con el auxilio de la mangueta

Y porque muchas personas que, aunque viven con salud no gozan de ella perfectamente por detenerse los excrementos en las tripas mas de lo conveniente.  Adviertan que socorrerán su necesidad y evitarán enfermedades si tienen cuidado de ablandar las tripas cuando las sintieren secas, recibiendo medicina de cocimiento de malvas, malvavisco, violetas, raíces de borrajas, ciruelas pasas y linaza mezclando con la cantidad que bastare de este cocimiento, dos onzas de aceite común o de aceite de linaza.

Es también excelente medicina para que el vientre duro corra y se ablande usar la mangueta con solo caldo de mondongo, cuando dé algunos hervores higos pasos y manteca

Pero si la falta que el vientre hace fuerte porque están durmiendo y así sin sentido los intestinos, en tal caso, se aderezan los clisteres (jeringas para enemas) de cocimiento de mercuriales, acelgas y parietaria con sal, o alumbre miel y aceite

Sucede muchas veces por la delicadeza y mordacidad de algún humor venir con tanto ímpetu unas cámaras (diarreas) que, si no se socorren con presteza los que las padecen, se caen y postran las fuerzas de manera que ponen la vida en contingencia, En tal caso primero las tripas con mangueta, hecha de cocimiento de cebada y de cortezas de calabaza y violetas, mezclando un poco de aceite rosado y azúcar. Después de esto para que se detengan las cámaras (diarreas) recibirán medicina hecha de cocimiento de balaustrias, zumaque, arraihan, membrillo, rosas con el cocimiento mezclen un poco de almidón o bolparmeno.

También se suele levantar los vientres de los hombres, tanto viento, con el extendido de las tripas y tirada reciben dolores insufribles. Mitigase el dolor en este caso recibiendo medicina de cocimiento de manzanilla, ruda, orégano, mayorana, polio y anís; mezclando con lo que bastare del cocimiento dos onzas de aceite de ruda o de manzanilla. Pueden también las tripas dolores por otras muchas causas, se socorrerá el dolor conforme a la diversidad de la causa, comunicando en tal suceso prudente médico, que nuestro intento aquí solo es preservar los hombres de las enfermedades, no dejarlos caer en ellas.

Y si alguno dentro de los limites de sanidad y aun fuera de ellos, se sintiese flaco, seco y que se van consumiendo. Es parecer del doctor Aecio que reciba medicina que le sustente y humedezca. Hágase de buen caldo de carne, leche de cebada, yemas de huevos y algunos mezclan vino si tienen sospecha de frialdad.

Acerca de estas medicinas que decimos sustentan el cuerpo hay una cuestión muy reñida entre los médicos antiguos y modernos:  Si es verdad que pueden alimentar el cuerpo, las cosas sustanciosas que se introducen por ayuda con mangueta. O los que dicen que no, fundan su opinión en aquel lugar de Galeno que se lee en la cuarta que solo aquellas cosas que se contienen en el estómago pueden evacuarse por vomito y aquello es estuviere en los intestinos, no, Y en el décimo tercio del método dijo: que lo que se infunde por el clister (jeringa de enemas) no puede llegar al intestino yeyuno. Dicen pues los de este parecer que ninguna cosa puede sustentar nuestro cuerpo sin que primero se altere y cueza en el estomago y que lo que se infunde por medicina no puede llegar al estómago según enseñan estos lugares de Galeno y que así no sustenta los clisteres que será cosa superflua usar de ellos para aumentar fuerzas y carnes

Pero los que afirman que se puede dar sustento al cuerpo por mangueta responden con otros lugares de Galeno. El primero (que se lee en el libro séptimo de los aforismos, sentencia decima) dice este autor que sucede algunas veces subir tanto los medicamentos que se infunden en las tripas que se evacuan por vomito, lo cual se ve claro en los que padecen la enfermedad dicha, nudo de tripas (obstrucción intestinal).  en la cual se vomita el propio estiércol. Lo propio enseña en el libro tercero de “sinthomatum causis” de adonde infieren que pues llega esta sustancia al estómago que también sustentará.

Pero la sentencia mas verdadera que la experiencia ha enseñado acerca de esta duda es que los caldos sustanciales, yemas de huevo y otras cosas semejantes recibidas por medicina sustentan el cuerpo, porque, aunque no lleguen al intestino yeyuno llegan al intestino tenue y al colon, adonde hay venas meseraicas las cuales chupan y arrebatan el alimento y lo da al hígado por la vena porta. Esto baste para la declaración de mangueta.

Espéculo vaginal del siglo XX.  III Tercio. Año 1960 a 2000.

Espéculo vaginal del siglo XX.  III Tercio. Año 1960 a 2000.

En el último tercio del siglo XX se perfecciona en el mundo la industria del plástico. Nuevos polimeros con los que se pueden fabricar plásticos más maleables y transparentes.  Máquinas que fabrican los objetos de plástico en cadena en serie y esto hace que el precio sea muchos más barato que otro material. Se fabrican gran cantidad de objetos de plástico para el hogar, cubos, platos, menaje. En la industria tubos, conexiones, juguetería, industria alimentaria, bolsas, recipientes…  En medicina se fabrican muchos instrumentos: jeringas, tubos, conexiones, bolsas… y también espéculos vaginales.

La implantación y generalización de la utilización del espéculo vaginal en el mundo occidental sucede fundamentalmente por dos motivos en primer lugar la industria del plástico que comienza a fabricarlos en serie lo que supone un abaratamiento de costes y en segundo lugar la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo el SIDA, que en medicina supuso la posibilidad de una mayor asepsia y protección contra estas enfermedades y se implantaron los espéculos desechables o de un solo uso.

Las consultas de ginecología en la exploración y en ciertas intervenciones se implantan los espéculos vaginales de plástico de un solo uso.

En las intervenciones ginecológicas quirúrgicas en hospital aún perduran los espéculos metálicos porque se necesita que tenga mas fuerza  y la posición mas fija por el mayor tiempo que se necesita en las intervenciones ginecológicas y porque la esterilización en los hospitales es más segura y fácil de realizar. Los instrumentos metálicos son indudablemente más fuertes y más duraderos

Persisten en este periodo del ultimo tercio del siglo XX modelos de espéculos vaginales metálicos y se fabrican varios modelos. Los mas usados en este periodo son los espéculos de Cusco, Collin, Fergusson, Bozeman, Sims, Breisky, Nott, Graves, Pederson, Trelat, Seem, Gutman, Scherback, Auvard, Doyen, Kristeller…

Entre los espéculos desechables existen muchas casas de fabricación y de distribución según los países. El modelo más utilizado es el de Cusco. Collin. Graves y Pederson. Las formas y tamaños varían a veces según el fabricante, pero en esencia son muy similares.

También suelen fabricar un modelo fino y pequeño para niñas o mujeres con himen intacto.  El Material puede ser más o menos resistente y pude ser transparente u opaco. El sistema de abertura o cierre puede ser por vástago o lengüeta dentada, tornillo central o lateral. Algunos están elaborados en material ultra transparente lo que permite una visibilidad total. Se comercializan en bolsas de plástico de un solo espéculo esterilizado.

DIFERENTES MODELOS DE ESPÉCULOS DE PLASTICO.

Especulo de plástico transparente modelo de Cusco.

Tienen un sistema de cierre central con un vástago dentado, algunos se le añade un tornillo para fijar la posición.

                                                                                 

Especulo de plástico transparente modelo de Collin

Especulo de plástico transparente modelo de Graves.

Especulo de plástico transparente modelo de Pederson.

Especulo de plástico transparente modelo Henry Schein.

Especulo de plástico modelo de Cusco con luz

Especulo de plástico transparente modelo de Pederson con luz

Espéculo vaginal del tipo Pederson. Llamado Klen Spec

Existen modelos de espéculos vaginales del tipo Pederson llamados de KLEN SPEC que se le acopla tubo de luz para la visualización de la vagina. Incorporan un sistema de iluminación halógena superior para una luz más blanca y brillante que hace ver el color verdadero del tejido. Angulación y elevación suave, con una sola mano gracias al mecanismo con posiciones que traban. El mango de luz queda totalmente sellado cuando se inserta en el espéculo. Receptáculo incorporado que previene que los líquidos contaminen el exterior. Funda desechable opcional que cubre las secciones expuestas del mango y el cordón de la luz, prácticamente eliminando la amenaza de la contaminación cruzada. Están en el mercado con sistema de iluminación, y con iluminadores desechables ensamblados individualmente.

Sistema de iluminación del espéculo Klen Spec

Especulo de plástico opaco o espéculo aislante del tipo modelo de Cusco

Especulo de plástico opaco o espéculo aislante del tipo modelo de Collin

Especulo de plástico opaco o espéculo aislante del tipo modelo de Graves

Especulo de plástico opaco o espéculo aislante  con luz que se llama COMBI SPEC

Es un modelo de espéculo más sofisticado que incorpora fuente de luz fría en el mango. Las paredes son de plástico opaco.  Estos también se utilizan en los tratamientos con láser en el cérvix.

Los orígenes y evolución del espéculo vaginal están publicados en entradas anteriores de mi blog que es: tomascabacas.com y que puedes consultar en la sección “archivos” de mi blog (situada en el margen derecho de mi blog)

“Orígenes de los espéculos vaginales” publicado el dia 1-6-23

“Espéculos vaginales romanos” publicado en junio 20023

“Espéculos vaginales medievales”. Publicado en agosto 2023

“Espéculos vaginales siglo XVI. Publicado en octubre 2023

“Espéculos vaginales siglo XVII”. Publicado en noviembre 2023

“Espéculos vaginales siglo XVIII”. Publicado en enero 2024.

“Fabricantes de espéculos vaginales y de instrumentos médicos del siglo XIX”.  Publicados en abril y mayo del año 2024.

“Espéculos vaginales del siglo XIX”. Están publicados en el blog durante el año 2024. Se continua publicando también espéculos vaginales del siglo XIX en los meses de enero, febrero, marzo y abril del año 2025.

Espéculos intracervicales o intrauterinos del siglo XIX” en abril 2025.

«Espéculos vaginales del siglo XX».  Publicados en mayo de 2025.  He realizado tres entradas diferentes:

 Espéculos vaginales del siglo XX.  I tercio.  Año 1900 a 1930. Publicados en mayo de 2025

 Espéculos vaginales del siglo XX.  II tercio.  Año 1930 a 1960. Publicados en mayo de 2025

 Espéculos vaginales del siglo XX.  III tercio.  Año 1960 a 1999- Publicados en mayo de 2025

Libros de la “Vidas de Santos Padres Emeritenses”

Libros de la “Vidas de Santos Padres Emeritenses”

Existen los manuscritos de la “Vidas de Santos Padres Emeritenses” tambien se han escrito gran cantidad de estudios, libros y articulos sobre este tema.  La vida de los Santos Padres,sobre todo del Obispo Masona, del diácono Paulo y del Obispo Paulo, que fue el que realizó la primera intervención obstétrica en España que algunos autores han denominado la primera cesárea en España.

Entre los libros mas importantes y conocidos escritos sobre este tema descato los siguientes:

Bernabé Moreno Vargas. “ Pauli Diaconi Emeritensis. Vita et miraculis patrum Emeritensium”. Madrid. 1633

Tomás Tamayo de Vargas. “P Pauli Diaconi Emeritensis. Vita et miraculis patrum Emeritensium”. Amberes. 1638

Francisco Bivar. “Vidas de Santos Padres Emeritenses “Madrid. 1651

Fray Henríquez Florez. “Enciclopedia la España sagrada. Historia de la Iglesia de España Madrid. 1756,  un capitulo esta dedicado a la “Vidas de Santos Padres Emeritenses “

Charles de Smedt. “Vidas de Santos Patrones Emeritenses” “1887

Joseph N. Garvin. Vidas de Santos Patrones Emeritenses”   Washington. 1946.

Aquilino Camacho Macias, ed., El Libro de las Vidas de los Santos Padres de Mérida. Opusculo anonimo del siglo VII. Estudio, texto latino, version española, anotaciones y apendices documentales. Mérida. 1988

Antonio Maya Sánchez.  Tesis doctoral. Universidad de Sevilla. Departamento de Filología Griega y latina. Año 1990

Antonio Maya Sánchez. Corpus Chiristianorum. Series Latina. “Vitas sanctorum patrum Emeretensium. En latín.  Turnholt. 1992

Fernando Baños Vallejo, Las vidas de santos en la literatura medieval española (Madrid: Ediciones del Laberinto, 200

Isabel Velázquez Soriano “Vida de los santos Padres de Mérida”. Editorial Trotta. Año 2008

Diácono Paulo de Mérida

Diácono Paulo de Mérida

El Diácono Paula de Mérida es considerado por la mayoría de los autores el autor del manuscrito de la  “Vida de los Santos Padres Emeritenses” escrito entre los años 635 al 636 al según los estudios realizados por filólogos en base a los datos de los personajes históricos que refiere en su obra y cuando finaliza la obra.

El inició el primer manuscrito y probablemente realizó alguna revisión posterior donde amplia y referencia más datos.

Los Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” fueron escritos en el año 635-636.  Estos son los documentos más antiguos donde se relatan los hechos y la vida del Obispo Paulo de Mérida que realizó la primera intervención obstétrica en España en Mérida en el periodo de los años de 530 a 560. Los manuscritos que conocemos comienzan a describir la historia 100 años más tarde de que ocurrieron.

Autores expertos filólogos consideran que los Manuscritos de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” tienen la teoría que podrían ser dos autores de los manuscritos primitivos:  1. Unos dicen que algunos manuscritos fueron de autor desconocido de anonymi libellus como piensa Antonio Rodríguez Moñino, (bibliófilo extremeño), piensa que el primer manuscrito fue escrito en el año 635. Antonio Amaya piensa que la primera obra fue escrita por un autor anónimo en el año 633 en el periodo del obispo Esteban o durante los años del 633 al 638. 2ª Teoría que es la mayoritaria es que el autor de los Manuscritos de “Vida de los Santos Padres Emeritenses” es el diácono Paulo de Mérida.  Escritos en el siglo VII, entre los años 666 al 681.

De los primitivos manuscritos se realizarían copias de los mismos durante los siglos siguientes. Paulo el diácono de Mérida hace reconversiones posteriores.  Todos los Manuscritos de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” del siglo VII, VIII y IX no se conservan ninguno.  No tenemos ningún ejemplar.

Todos los manuscritos de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” que existen actualmente son a partir del siglo X

Relación de los Manuscritos de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” que conocemos

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” de la Real Academia de la Historia en Madrid.  Siglo X

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en el Archivo Histórico Nacional de España en Madrid.  Siglo X

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en la Biblioteca Nacional de España en Madrid.  Siglo XI

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en la Biblioteca Municipal de Evreux (Francia).   Siglo XI

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en el Archivo Nacional de Portugal de la Torre de Tombo en Lisboa.  Siglo XII

– Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en la Biblioteca Mazarino de Paris. Siglo XII

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en el Museo Británico de Londres.  Siglo XIII

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en la Biblioteca Nacional de Alcobaça en Lisboa (Portugal). Siglo XIII

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en la Biblioteca Universitaria de Salamanca.  Siglo XIII

-Manuscrito de la obra “Vida de los Santos Padres Emeritenses” en Segorbe (Valencia), desaparecido en 1936. Siglo XVI.  Actualmente tienen una copia

Biografia y obra del Diácono Paulo de Mérida por Bernabé Moreno de Vargas en el año 1633

Biografia y obra del Diácono Paulo de Mérida por Tomás Tamayo de Vargas 1638

Obispo Paulo de Mérida

Obispo Paulo de Mérida

Paulo o Paulus de Mérida (Badajoz) fue el octavo obispo de esta ciudad y posteriormente le eligieron arzobispo.

Procedía de Grecia. Fue médico. Sacerdote. Le nombran obispo de Mérida en el año 530 y posteriormente arzobispo hasta el año 560 que fallece.

Unos comerciantes griegos de aquella época que eran del mismo pueblo que el obispo Paulo refieren que traen un joven a su servicio que después de conversaciones e indagaciones parece ser sobrino del obispo Paulo. Revelado el parentesco el Obispo Paulo decide hacerse cargo de la custodia de su sobrino que se llamará Fidel. Paulo realiza muchos obsequios a los mercaderes que no querían dejarle al joven y también le dio regalos para que le entregaran a su hermana cuando llegaran a Grecia.

El obispo Paulo le hizo estudiar a su sobrino Fidel, le ordenó sacerdote. Fue su ayuda y consuelo para la vejez y a la muerte de su tío Paulo lo nombra obispo de Mérida que ejerce desde el año 560 a 571. Le nombró heredero universal con la condición de que, si lo elegían arzobispo de Mérida, el clero y la iglesia gozarían de toda la herencia, si no era elegido gozaría de ella su sobrino.

Los manuscritos de “Vida de los Santos Padres Emeritenses”. Escritos por el Diácono Paulo de Merida relatan el hecho de la primera operación obstétrica realizada por el Obispo Paulo de Mérida, llamada por algunos autores la primera cesárea en España.

La esposa de un noble de Mérida, casada hacia poco tiempo que concibió en su seno y el infante murió en el vientre, poniéndola en trance de muerte. Siendo ineficaces los tratamientos indicados por los médicos, el senador, ruega al Obispo que se ocupe de salvar a su mujer, se resiste por su condición sacerdotal que le está prohibido ejercer la medicina. Después de un día de oración en la Basílica de Santa Eulalia iluminado por inspiración divina y animado por sus feligreses decide atender a la enferma.

El Texto en latín dice: “Orationen fudi, (PaulusEpiscopus) manus in nomine Domini super infirmam imposuit, inspe Dei mir asubtilat incisonem subtilissimam subtili cum ferramento fecit, arque ipsum infantulum jam pudridum membratin, pompadiatim abstraxif”

Traducido este párrafo: “Hace oración, Paulo obispo, coloca sus manos sobre la enferma en el nombre del Señor y verificó una operación dificilísima de habilidad pasmosa con una sutil herramienta, extrayendo el feto ya podrido hecho pedazos.

El noble le concede a Paulo la mitad de los bienes, así como también la otra mitad tras la muerte del matrimonio.

En los últimos años se retira a una celda en el convento de Santa Olalla, donde murió y fue inhumado en una capilla de Santa Eulalia junto al altar mayor.   Su sobrino Fidel cuando falleció se enterró en el mismo sepulcro que su tío.

Vida y obra del Obispo Paulo escrita por Tomás Tamayo de Vargas en el año 1638

Texto de la obra de Tomás Tamayo de Vargas en el año 1638 donde relata la vida y la obra del Obispo Paulo de Mérida

Traducción del Texto de la obra de Tomás Tamayo de Vargas en el año 1638 donde relata la vida y la obra del Obispo Paulo de Mérida