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«Come poco y cena mas, duerme en alto y vivirás» de Juan Sorpán de Rieros

«Come poco y cena mas, duerme en alto y vivirás» de Juan Sorpán de Rieros

Juan Sorapán de Rieros, médico extremeño de Logrosán (Cáceres), escribe su obra “Medicina contenida en Proverbios” publicada en 1616. Es un libro que comenta refranes muy antiguos de tradición oral, que como todos los refranes o sentencias sintetizan o resumen conocimientos.

Sorapán de Rieros realiza un comentario sobre el significado del refrán describiendo y referenciando los conocimientos médicos sobre la sentencia del refrán. Realiza así en esta obra una especie de tratado de medicina de su época.

Este refrán es el número 6 de la obra “Medicina contenida en Proverbios” de Juan Sorapán de Rieros, publicada en 1616.

Transcripción realizada por Tomás Cabacas Hurtado.

 

“Come poco y cena mas. Duerme en alto y vivirás”

 

Gran disensión hay entre los curiosos de refranes acerca de la inteligencia de esta sentencia, de los cuales los que se precian de muy abstinentes, los de imbécil calor natural y los que no advierten que son mayores los males que siguen al exceso en comer poco que al que se hace en comer algo mas

Digo pues que estos defienden con frívolas razones y a bocado (como dicen) que el concepto de este oráculo castellano ha de ser que se cene mas poco, de suerte que haga este sentido: come poco y cena más poco, que de esta suerte (dicen) se vivirá largo tiempo

Yo estuve algunos años en este error hasta que la buena filosofía y racional medicina me dieron luz y conocimiento verdadero de lo que se debía guardar en este caso. Y así mude de parecer, el cual es, que esta sentencia se ha de entender literalmente, sin violentarla, ni sacarla de quicio, ni añadir palabra alguna, antes tenerla por muy profunda y cierta para la conservación de la salud. Cuyo sentido es: que la comida de medio día ha de ser muy moderada y de poca cantidad y que la principal comida para nuestros sustento y la de mas cantidad debe ser la que llamamos cena, que se celebra por la tarde, después haber dado cada cual fin a sus trabajos y ocupaciones de aquel día, que con esto y dormir en aposento alto conservaría el hombre su salud y vivirá largo tiempo.

Come poco y cena mas 001

Que la cena convenga ser mayor que la comida de medio día, pruébese evidentemente con esta razón. En aquella ocasión y tiempo conveniente comer más que el estomago cuece mejor la comida pues de noche durmiendo se cuece mejora la comida en el estomago. Luego la cena que es la comida de noche debe ser de mayor cantidad que la comida del medio día. Que durmiendo se cuece mejor el manjar, e cosa muy cierta porque el calor natural se recoge con el sueño en las partes internas y así sobrepuja la naturaleza más cantidad.

Por esta razon tan eficaz nos aconseja Galeno que la comida del medio día sea menos porque se pueda cocer con mas brevedad y desciendan los excrementos y el vientre puro y vacio reciba el mantenimiento que se le diere

Comprueba Galeno su sentencia por las razones que hemos dicho del sueño y de la quietud y la distancia grande que hay desde la cena a la comida, que cierto es que habrá lugar para cocer más cantidad en diez y seis horas que hay desde la cena a la comida que en ocho que hay desde la comida a la cena

Confírmalo también Galeno con las experiencias de aquellos atletas que había en Roma, los cuales tenían por cierto ser este el mejor uso en las comidas. Corrobora su parecer también el libro segundo de “Las causas de los Síntomas.” Y en el terero de “Las causas de los pulsos” Da la razón diciendo que la facultad con coctrix se recoge con el sueño en las partes inferiores

Hipócrates en”De morbis popu”, dice: manifiesta cosa es, que el que vela esta mas frio en las partes interiores y más caliente en las de afuera. Y en el mismo libro dice que en el sueño huye la sangre a las partes interiores. De las cuales autores tan insignes varones se sigue bien que con el sueño mejor se cocerá el mantenimiento pues la cocción se hace con calor y la sangre de su naturaleza es caliente.

En el propio libro que ahora citamos y en la propia parte dice Hipócrates que el trabajo aprovecha los miembros y la carne y el mantenimiento y el sueño a las entrañas, pues si la cocción del mantenimiento se hace en las entrañas, luego el sueño será de gran provecho para cocer el mantenimiento y por el consiguiente verdadero el sentido del refrán que debe ser la cena mayor que la comida del medio día

Pruebasé de más de lo dicho también porque cumplida la cocción del mantenimiento en el vientre y hígado conviene que el que quiere gozar de esta salud haga ejercicio, pues habiendo tomado mucha comida a medio día, no hay distancia de tiempo entre la comida y cena para la cocción y distribución, ni menos para el ejercicio. De donde se sigue con evidencia que no conviene comer mucho y cenar menos (como los de contrario parecer dicen) mas antes comer poco y cenar más cantidad, pues el espacio que hay desde la cena hasta la comida del día siguiente es conveniente para cocer más cantidad de manjares que la distancia que hay desde la comida del medio día a la hora de la cena.

Conociendo pues los antiguos la verdad de este refrán, deseoso de la dulce salud, usaron siempre esplendidas cenas y muy cortas comidas y tanto que hay muchos neotericos que dudan si los antiguos comen algo a la hora del medio día.

Ludovico Celio Rodiginio, dice, que comían alguna cantidad y dice también que esta palabra “prandium” que significa la comida de medio día, fue así impuesta de la calidad del tiempo y que usó a comer algo en aquella hora para que los hombres pudiesen sufrir el hambre hasta la hora de la cena, que era la comida de importancia.

Polio Trebelio afirma que se dijo “prandio” porque los soldados en la guerra lo usaron, apercibiéndose de comida en el estomago para poder sufrir el trabajo militar.

De suerte que los antiguos usaron el prandio, pero fue muy leve como se colige de las palabras que trae el propio Rodiginio en el lugar citado que las usurpó Plinio Celio, las cuales son estas: Después de la comida de medio día, que era leve y fácil imitación de los antiguos, en la fuerza del estío se recostaban al sol.

De este parecer fue Platina, el cual en el libro primero de “La conservación de la Salud”, enseña haberse de celebrar la cena en mayor cantidad que el “prandio” y después de haber descansado los hombres del trabajo de aquel día, porque el “prandio” solos los hombre de guerra lo suelen hacer copioso.

Y no hay duda alguna, sino que el uso de comer poco y cenar más cantidad es importantísimo para la salud humana y para vivir largo y dichoso tiempo como vivió Anthioco, médico, de quien cuenta Galeno que comía por la mañana un bocado de pan con miel, atriaca cocida, después de haber hecho algún ejercicio y el “prandio” era muy leve, comiendo alguna cosa al principio que ablandase el vientre, con lo cual y algún pececillo de agua clara, por ser de poco sustento, pasaba visitando sus enfermos hasta a la noche habiéndose quietado y descansado del trabajo del día. Cena a la noche plenamente alimentos de buen zumo, como farro y un ave cocida. Con este régimen dice Galeno (que comiendo poco y cenando mas y mejor) vivió Antioco, médico, muchos años conservando sus miembros y entendimiento sin lesión alguna hasta que murió de viejo.

Habiendo yo leído en Galeno esta historia de Antiocho, he aconsejado a personas importantes, principalmente que tratan de estudio y cuido y en cuyos cuerpos ordinariamente suele haber una fuente de flemas causadoras de infinitos achaques irremediables.

Digo pues que he aconsejado a muchos sujetos de esta suerte, que comiesen al medio dia alguna cosa fácil, como conservas dulces o dos yemas blandas con miel y que a la noche, dos horas antes de acostarse, comiesen una polla o otra cosa de buena calidad en la cantidad necesaria a su estomago, con el cual orden han saneado de flaquezas y ventosidades, de vaguedos de cabeza, de dolores, corrimiento y catarros y otras enfermedades semejantes que no obedecen jarabes, ni purgas y restituyéndose en sus fuerzas antiguas, corroborándoseles el entendimiento y memoria los cuales viéndose sanos me han dado las gracias y publicando ser verdad el refrán de “Come poco y cena mas”

Ni son de algún momento las razones que algunos dan para que la comida del medio día sea mayor que la cena. Diciendo que el calor del sol ayuda a cocer mejor la comida del medio día, pues antes el calor del sol distrae el calor del estomago tan lejos esta de que le ayude

Ni vale tampoco decir que los que se han ejercitado tienen necesidad de mantenimiento, pues se ha de entender, que esto ha de ser después de haber cesado en el ejercicio y no mientras se ejercitan. Y así esta comida en mayor cantidad con más conveniencia se dará a la noche que al medio día.

Ni obsta Aristóteles en la particula tercia de sus problemas, donde dice que los médicos mandan comer mucho y cenar poco porque se ha de entender de los que quieren ser más potentes para el acto sexual a los cuales conviene cenar poco y haber comido bien porque a la noche este hecho el cocimiento y haya más abundancia del cálido y húmedo necesario. Y es muy diferente intento este del que nuestra refrán pretende que es la salud, la cual gozara el prudente si como poco y cena mas cantidad, como evidentemente queda probado que conviene.

Pero se ha de advertir que quien quisiere guardar el consejo salutífero de este refrán, si tiene costumbre de comer mas a medio dia, no de repente ha de dejar la costumbre antigua, que esta ha hecha natural, antes debe poco a poco ir acortando las comidas y aumentando las cenas hasta que se ponga ya firme, sin que naturaleza lo sienta en el orden que nuestro refrán ha dado; pues hacer mudanza repentina es peligroso según enseña el gran Hipócrates.

Habiendo ya explicado la primera parte de este refrán para entender la segunda que dice: “Duerme en alto y vivirás” se ha de advertir que el sueño es una de las seis cosas que los médicos llaman no naturale, de las cuales si el hombre usa con moderación vive sano y si las usa sin las condiciones necesarias se convierte en causa de infinitas enfermedades y en mortífero veneno. Pues como el sueño sea una de estas cosas a las se ha de dar para que cause salud cierta cantidad, calidad, modo y ocasión que con la medida de estas cuatro cosas, es el sueño descanso de los trabajos. Da vigor y fortaleza a los miembros cansados, ayuda a la digestion y expelense con él los excrementos y es tan necesario que sin él no se puede vivir. La falta del cual como escribe Averroes abrevia la vida. Y así Hipócrates en el segundo de los “Pronosticos” dice, que es señal de estar enfermo en mucho peligro si no duerme.

La ocasión más saludable para el sueño es la de la noche, porque el hombre ha de ejercitar sus acciones y velar cuando el sol alumbra nuestro hemisferio y así quedarán las tinieblas de la noche para dormir en ellas

Demás de lo cual es cierto que en la noche se recoge el calor a las partes internas por su frialdad y será mas natural el sueño, pues el calor suele asistir en lo más interno.

Por la mañana aun que es día es también el sueño natural por ser las mañanas frías, así lo afirma Hipócrates.

Aunque siempre se debe entender que el tiempo mas aparejado para el sueño es después de haber cenado, porque dormir con el estomago falto de alimento el cuerpo se debilita y enflaquece como escribe Aristóteles a Alejandro. Y por el contrario admitirte el sueño habiendo precedido alimento hace el cuerpo robusto y más firme en todas sus fuerzas.

De adonde colegiremos con evidencia ser certísima la opinión, de que haya de ser la cena más copiosa que el “pandrio” pues se ha de seguir el sueño a la cena

Y también de lo dicho entenderemos el sutil artificio de este refrán, pues después de haber traído el modo de comer y cenar trae el de dormir, diciendo “duerme en alto” para que entendamos también que después de la cena se ha de dormir.

Es de notar mucho en esta materia para la conservación de la salud que nadie debe dormir mucho, ni velar, porque el sueño excesivo apaga y consume el calor nutural y debilita el cuerpo como afirma Rasís

El velar demasiado deseca la carne y el hueso s y deshace el calor natural y enciende el accidental.

Otros muchos inconvenientes traen consigo el largo sueño y la mucha vigilia como enseña Avicena en el libro de “Sono y Vigilia”

Lo afirman grandes autores los cuales dicen que no solo con el mucho sueño las corporales fuerzas desflaquecen, mas también las del alma y el color del rostro se hacen lívidos o aplomados como enseña Aristóteles en 2 partículas, problema 30

De la demasiada vigilia se siguen graves males y así Hipócrates en el 4 de “Las Epidemias” la llama tragona y consumida de la humedad y que adelgaza las carnes, entristece el alma , deslustra la hermosura, hace los ojos cóncavos, daña la digestión, quita en entendimiento, enfría el cuerpo y requema los humores y engendra enfermedades agudas y calenturas diarias. Estos inconveniente y otros muchos dice Avicena que trae el velar con exceso y Averroes en el 7 del colliget capitulo sexto.

Y así con cuidado se guardara el curioso de lo que causa vigilia, como estar mucho tiempo al sol y beber muño vino añejo.

Pero se ha de advertir que los fríos y secos tienen necesidad de mas sueño, como muestra Averroes en el libro sexto del Colliget cap. Decimo y a los viejos conviene también dormir mas como enseña Avicena y la razón lo dice.

Los que duermen a la luna nos dice el mismo autor que se ponen en peligro de mil enfermedades y los que duermen luego que acaban de comer porque se hinchaaa la cabeza de gruesos vapores y se ofende la vista.

En cuanto al modo de dormir o acostarse es tenido muy sano que luego al principio del sueño sea sobre el lado derecho y pasado algún espacio de tiempo volverse sobre el izquierdo. Este parecer prueba Aristóteles en un problemas, más los que fueren de flaco estomago se acostaran la boca hacia abajo y si estuvieren de alguno de los dos sea muy encogido de piernas.

Pero todo lo hasta aquí escrito aunque es de sentencia de los más insignes varones que ha tenido el mundo, será de muy poca importancia para el que desea vivir, si no guarda lo que este refrán nos ordena que es “dormir en alto”

Y Porque soy amigo de que se entienda cuanta verdad sea esta, lo pruebo con razón y autoridades.

La razón es. Dormir en lugares bajos causa humedades en los cuerpos humanos y las humedades causan putrefacción, la cual es causa de las más enfermedades que asaltan el linaje humano, luego para evitar estos males y vivir largo tiempo no se ha de dormir en bajo. Que dormir en bajo causa humedades es muy manifiesto aun a los idiotas, que las humedades causen putrefacción lo enseña Aristóteles en el cuarto de “Los meteoros” y en otras muchas partes principalmente en el problema decimo de la partícula catorce.

Galeno en el onceavo del “Método” trayendo las causas de las calenturas pútridas nos dice, que solo se corrompen aquellos cuerpos que habitan en partes calidas y húmedas; de la cual razón queda muy manifiesto cuan dañoso sea dormir en aposentos bajos húmedos y de cuanto provecho lo que nos amonesta el proverbio diciendo: “Duerme en alto y vivirás” porque el que duerme en alto esta en parte seca y sin humedades y así los castellanos conociendo de cuanta importancia sea esto para la vida no se contentaron con este refrán, que nos lo enseña, antes tienen otros dos que nos dicen lo propio, estos son:

“En invierno y en verano, el buen dormir en sobrado”

Y otro

“La teja cabe la oreja”

Es decir que mejor están junto al tejado que en aposentos bajos

Avicena tratando de los lugares mas convenientes a la salud dice: los que habitan lugares altos son sanos, fuertes, sufridores de trabajos y viven mucho. Por este parecer creo que los moros cuando poblaron en España, edificaron siempre e hicieron sus moradas en montes y partes altas y secas, como se ve muy claro en los castillos y poblaciones que de ellos nos quedaron.

Bien claro está el refrán con lo dicho así en cuanto a la primera como a la segunda parte y así no me alargo más, aunque se puede hacer un libro con solo el comentario