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V Jornadas del Museo de Historia de la Medicina y la Salud de Extremadura.

V Jornadas del Museo de Historia de la Medicina y la Salud de Extremadura.

Dias:  13 y 14 de noviembre de 2025

Lugar: Museo de Historia de la Medicina en Zafra

Hora:  20

Jornadas dedicadas a los Médicos y Practicantes Rurales del siglo XX

Vocación al servicio de la vida

En las calles silenciosas de nuestros pueblos y ciudades, la luz de la salud llevaba nombre y rostro: el del médico y el practicante.
Siempre dispuestos, sin reloj ni descanso, acudían allí donde el dolor llamaba. Con maletines modestos y conocimientos inmensos, hicieron frente a la enfermedad con lo poco que tenían, con humanidad, ingenio y coraje. Y con la grandeza de lo que eran.

Su labor trascendía la asistencia médica: ofrecían consuelo, acompañaban en el dolor. En cada nacimiento, en cada enfermedad, en cada despedida, su presencia discreta y firme, sostenía la esperanza en medio de la adversidad.

Este espacio rinde homenaje a aquellos hombres y mujeres, guardianes de la salud en nuestros pueblos que, con entrega y vocación, hicieron de su vida un servicio continuo a los demás, referentes de confianza para generaciones enteras.

El Museo de Historia de la Medicina reconoce su labor silenciosa y su vocación infinita. Gracias a ellos la salud encontró camino en cada rincón de Extremadura.

Exposición «El paludismo en Extremadura»

Exposición «El paludismo en Extremadura»

Exposición «El paludismo en Extremadura» en el Museo de Historia de la Medicina y la Salud en Zafra.

La inauguración será el dia 30 de octubre de 2025 a las 20 h.

La exposición estará en el Museo del 30 de octubre hasta el 28 de febrero de 2026

El dia de la inauguración se presentará el libro «Sadí de Buen. El lorca de la Ciencia»  escrito por D. Manuel García González y Dña. Josefa Corbacho Jiménez»

Bomba de Transfusión sangre CARDI

Bomba de Transfusión sangre CARDI

Pieza del mes en el Museo de Historia de la Medicina y la Salud de Extremadura en Zafra

La transfusión de sangre es la transferencia de sangre de una persona a otra. Desde el descubrimiento de la circulación de la sangre por William Harvey en 1662 también comenzaron los intentos de transfusiones de sangre. J.B. Denis, médico del rey Luis XIV realizó las primeras transfusiones de animales a hombre, realizó transfusión de una oveja a un joven de 15 años en 1667.

James Blundell hizo una transfusión de sangre humana a una mujer de parto con una gran hemorragia en 1818.

Karl Landsteiner, medico austriaco descubrió los grupos sanguíneos en 1901 y el cirujano americano R. Ottenbverg las pruebas cruzadas antes de la transfusión en 1907.  En 1914 se descubre el efecto anticoagulante del citrato de sodio que permite prolongar la vida útil de la sangre y su refrigeración que permitieron las transfusiones en diferido

Durante la II Guerra Mundial fue primordial las transfusiones de sangre para salvar la vida de muchos soldados.  Destacan Henry Norman Bethune médico canadiense que desarrolló su actividad en la Guerra Civil Española y sobre todo Frederic Durán Jordá médico español pionero de la Hemoterapia. Creo el primer servicio de transfusión del mundo en Barcelona en el año 1936, aunque fue reconocido internacionalmente cuando publicó sus trabajos en el “The Lancet” en abril de 1939.

Existieron bombas mecánicas para la transfusión siendo la más conocida la Bomba de Transfusión de Henry y Jouvelet, inventada y patentada en Francia en 1934.

En España existió la “Bomba para transfusiones Cardi” de 1934. Bomba de las mismas características que la francesa.  Funcionaba conectando al donante y receptor mediante agujas y gomas que se acoplaban a la bomba y mediante giros de una palanca se realizaba la transfusión, un contador en la bomba marcaba los centímetros cúbicos de sangre transfundidos.

Esta Bomba de Transfusiones Cardi es propiedad del Museo de Historia de la Medicina de Zafra

 

 

Ventosa Obstétrica

Ventosa Obstétrica

VENTOSA OBSTÉTRICA.  PIEZA DEL MES DE ENERO DE 2025 DEL MUSEO DE HISTORIA DE LA MEDICINA Y LA SALUD EN ZAFRA

La ventosa obstétrica es un instrumento médico utilizado durante el parto para ayudar en la extracción del feto aplicando una copa o cazoleta en la cabeza del feto que con un sistema de gomas se conectan a una bomba de vacío pequeña eléctrica que realiza la succión para fijar la ventosa.

Sirve para ayudar a los mecanismos fisiológicos del parto vaginal con tracciones suaves y controladas que acompañan a las contracciones de la madre durante el parto para acortar la fase expulsiva en casos de partos prolongados, falta de progreso del parto, agotamiento materno, perdida del bienestar del feto, razones médicas que necesiten acelerar el parto o situaciones que no estén indicados los esfuerzos excesivos de la madre.

Se utiliza en el periodo final del parto, cuando existen membranas rotas, presentación cefálica y dilatación completa. La ventosa obstétrica es un procedimiento relativamente seguro, aunque a veces se pueden producir complicaciones en algunos casos como lesiones en el cuero cabelludo del feto, hematomas, lesiones en el cuello uterino o desgarros vaginales.

Se coloca la campana de la ventosa obstétrica en la cabeza del feto, y se conecta a un dispositivo de tracción. El médico aplica una fuerza de tracción suave y controlada mientras la madre empuja, con el objetivo de ayudar a la expulsión del feto. La ventosa obstétrica se utiliza comúnmente en combinación con otras técnicas de parto, como el uso de oxitocina para estimular las contracciones uterinas y monitorización del parto para detectar cualquier signo de complicaciones

Colocación de la ventosa en el parto

La ventosa obstétrica fue inventada por James Simpson, en 1849, medico obstetra de Edimburgo (Escocia) y consistía en una copa recubierta de piel que se pegaba a la cabeza del feto realizando una leve succión.  Tage Malmström, obstetra sueco, en 1954 diseñó un instrumento que consistía en un hemisferio hueco que aplicaba en la cabeza fetal y realizaba la succión mediante una bomba de mano.  Posteriormente se sustituye la bomba de mano por una pequeña bomba de vacío eléctrica que son las ventosas obstétricas actuales.

Año de la Ventosa Obstétrica 1975

Los hospitales docentes de Guadalupe

Los hospitales docentes de Guadalupe

Los hospitales docentes de Guadalupe

Es un estudio de Los hospitales docentes de Guadalupe (Cáceres).  Estudia la respuesta hospitalaria a la epidemia de bubas del Renacimiento. (Siglos XV y XVI)

Autor: Agustín Muñoz Sanz

Editado por la Junta de Extremadura.

Año 2008.

Triquinoscopio

Triquinoscopio

El triquinoscopio es un microscopio para ver las larvas del parásito y diagnosticar la triquina. Es un microscopio simple, pequeño, de un solo objetivo, de poco aumento, funciona con luz natural, robusto y pesado con el fin de que fuera resistente para poder ser utilizado en diferentes medios.

Tiene pie en herradura con un robusto eje de sostén que se prolonga en una gran platina de hierro que es fija. El enfoque se realiza mediante la rueda horizontal situada sobre el eje de sostén

El triquinoscopio expuesto es del modelo diseñado por H.D.J. Dunker en 1865

Rudolf Virchow propuso en 1870 que se realizara obligatoriamente el diagnostico por microscopia de la triquina en la carne destinada al consumo humano, especialmente la del cerdo y jabalí

El triquinoscopio fue el instrumento utilizado por los veterinarios para realizar el diagnostico de triquina en animales durante todo el siglo XX

La triquina es un parásito nematodo llamado “trichinella spiralis” que causa una zoonosis llamada triquinosis en el ser humano por consumo de alimentos cárnicos crudos o insuficientemente cocinados de carnes de animales como el cerdo, jabalí o caballo infectados por triquina.  Aunque la triquina también puede encontrarse en otros animales que pueden actuar como reservorio.

El diagnostico se realizaba por examen directo con el triquinoscopio. Se observaba al microscopio muestras del tejido muscular del animal, usualmente muestras de los músculos maseteros (carrilladas) de la lengua, diafragma o músculos intercostales, del cerdo, jabalí o caballo, para ver si existían larvas de la triquina o trichinela spiralis.

La triquinosis o triquinelosis es la enfermedad que produce la triquina en el ser humano, produce dolor abdominal, diarreas y vómitos.  A veces el cuadro clínico era más grave con producción de mialgias y tetanias pudiéndose empeorar hasta llegar a la posibilidad de ser mortal

Actualmente los veterinarios no realizan el diagnóstico de la triquina con el triquinoscopio, utilizan otro método de diagnóstico que se basa en el sedimento de los tejidos del animal previamente digeridos mediante análisis de laboratorio que consiste en la digestión artificial o enzimática

La pieza expuesta es del modelo diseñado por H.D.J. Dunker en 1865.

Procedencia: Servicio de Inspección Municipal Veterinaria de Zafra.

Donado por D. José M. Rengifo Gallego, que fue Jefe de Inspección Veterinaria

de dicho Servicio Municipal.

Año: Década de 1950. Se usó en ese Centro hasta finales de 1980.

Sorapán de Rieros. Salud. Botica y Territorio en el siglo XVII

Sorapán de Rieros. Salud. Botica y Territorio en el siglo XVII

Conferencia «Sorapán de Rieros. Salud. Botica y Territorio en el siglo XVII»

Dia 29 de noviembre de 2024

Hora:  19 y 30 horas

Lugar: Museo de Historia de la Medicina y la Salud de Extremadura en Zafra.

Imágenes de la Conferencia

El Monasterio de Guadalupe y el origen de la Universidad de Extremadura

El Monasterio de Guadalupe y el origen de la Universidad de Extremadura

Conferencia: “El Monasterio de Guadalupe y el origen de la Universidad de Extremadura” por D. Agustín Muñoz Sanz. Presidente de la Academia de Medicina de Extremadura

Realizada en el Museo de Historia de la Medicina y la Salud de Extremadura en Zafra en las IV Jornadas de Historia de la Medicina del Museo el día 17 de noviembre de 2024.

D. Agustín Muñoz Sanz. Presidente de la Academia de Medicina de Extremadura

Dña. María Teresa Calderón Morales presentación del conferenciante D. Agustín Muñoz Sanz. Presidente de la Academia de Medicina de Extremadura

Dña. María Teresa Calderón. D. Agustín Muñoz Sanz y D. Tomás Cabacas