Cualidades del cirujano en el siglo XVIII en España
Cualidades del cirujano segun el código del Tribunal del Protomedicato de 1749, cap. XI, página 151.
“ El cirujano debe ser ingenioso para inventar, de feliz memoria para retener el complejo de noticias que abraza su arte. Juicioso, prudente y transcendido para imponerse con prontitud en las causas obscuras, síntomas y accidentes de las enfermedades y pronosticar con circunspección. Debe estar instruido en las Humanidades y en algunos idiomas, para que pueda registrar, y entender los monumentos originales de su arte: en la Lógica, para discernir lo verdadero de lo falso, inferir legítimamente, y defenderse de sofismas en la Medicina para que agregue a la practica la teórica general de su arte, sin la cual no puede comprender la formación de las enfermedades y sus complicaciones, ni proceder a su curación con racionales indicaciones y adecuados remedios. “
El protomedicato, llamado exactamente el Real Tribunal del Proto Medicato, fue un tribunal encargado de vigilar el ejercicio de las profesiones sanitarias (médicos, cirujanos y farmacéuticos. Fue creado por un decreto de los Reyes Católicos el 30 de marzo de 1477 y refrendado por reyes posteriores. Se fundaron protomedicatos en México, Perú y el Protomedicato del Rio de la Plata. Estuvo en vigor hasta el año 1814 que fue suprimido por Fernando VII.
La Real Academia de Medicina de Sevilla en 1787 lo siguiente: Ultinam hodie sicut quondam Romae, in uno medici, chirurgi mumus dodemque subjeto unum esse, haec fatalis divio artis multa peperit praejudicia non omnibus nota
Traducción de este texto latino
“El fin último hoy, como en la antigua Roma, es tener un solo sujeto: médico y cirujano; esta división fatal del arte ha dado lugar a muchos prejuicios que no todos conocen.”
Cualidades del cirujano en la obra “Operaciones de cirugía” de D. Francisco Villaverde, primer ayudante de cirujano mayor de la Armada, Maestro y Secretario del Real Colegio de Cirugía de Cádiz. Publicada en Madrid en 1787
“El cirujano debe tener buena crianza, ser urbano y atendo, de loables costumbres. Imbuido en máximas de la Filosofía Moral para que arregle su conducta cristianamente, ha de ser piadoso y liberal con los dolientes, caritativo con los pobres, afable y cariñoso, pero secreto y casto, modesto en el vestir, aseado y primoroso sin estudio, particularmente en las manos para no fastidiar la extrema delicadeza de algunas personas que debe tratar. Moderado y grave en sus discursos, de un ánimo intrépido y constante, sin temeridad, ni timidez.
“El cirujano debe ser ágil y bien organizado, de vista perspicaz para registral el semblante del enfermo y las cosas diminutas que se ocultan en los senos, como la tendencia de las inflamaciones a la mortificación o a otra terminación.
Conviene que esté dotado de finura en los demás sentidos: En el oído para percibir el estrépito de los huesos rompidos en las fracturas; la tos, el estornudo y el desentono de los que están dementes o delirantes. En el gusto para probar en caso necesario los alimentos y medicamentos e inferir sus cualidades las cualidades. En el olfato para sentir la pudrición de las úlceras, de los abscesos, de las deyecciones, las cualidades de la atmósfera y la bondad de los medicamentos. Eb el tacto para tocar las durezas, fluctuaciones o pulsaciones de los tumores, tomar el pulso.
El cirujano debe ser ambidextro y nada trémulo para ayudarse con una mano y otra mano, y ejecutar con igual destreza algunas operaciones que piden con precisión la misma firmeza y agilidad en la mano siniestra que en la diestra
Debe ser en su trato sociable, humilde y nadas orgulloso, pospondrá siempre su dictamen al de los que reconozca superiores en la práctica, huirá de rozarse con empíricos, con gentes ignorantes y depravadas que puedan infamarle o inficionarle con su mal ejemplo
Adornado el cirujano de estas bellas prendas e instruido en el vasto campo de las doctrinas expuestas, necesita aun para llegar a la posible perfección las grandes ciudades o en los ejércitos de mar y tierra, observando la conducta y manejo de los prácticos mas sensatos para aprovecharse de sus luces. Allí logra la ocasión de ver mas enfermedades y operaciones en un año que en la practica privada de una ciudad no se logra tal vez en toda la vida
Después debe ejercitarse en las operaciones sobre cadáveres y últimamente sobre los vivos, dirigido de buen maestro que le vaya adiestrando y le haga conocer de cuanto va de hablar a ejecutar y entonces se confirmara en que el uso hace Maestro”