El cáncer de utero en el siglo XVIII
He recogido y transcribo literalmente los conocimientos que expone Francisco Villaverde, Cirujano de la Armada Española y Secretario del Colegio de Cirugía de Cádiz en su obra “Operaciones de Cirugía” , que fue libro de texto en los Reales Colegios de Cirugía y en muchas universidades de España.
Francisco Villaverde escribe sobre el cáncer de útero en su obra “Operaciones de cirugía” publicada en Madrid en 1788 lo siguiente:
“ Los cancros uterinos se forman como los demás en alguna glándula obstruida y esto puede ser interior o exteriormente en su cuerpo o en su cuello
El tacto se manifiesta el Ostende duro y mas grueso que de ordinario, el tumor se aumenta y se hace sentir en el hipogastrio, comprime la vejiga y a veces los riñones y produce retenciones y supresiones de orina. Indican la ulceración del tumor fluxos saniosos, virulentos, fétidos y sanguinolentos que subsiguen a la degeneración del tumor, con ardor y efusión de cosas fofas que se desprenden y salen por la vagina
El cancro ha sido siempre deshonor de los cirujanos por la imposibilidad de curarse cuando esta bien caracterizado y la infección ha pasado a la sangre.
El que resulta de supresión de alguna evacuación no se cura sin que se restablezca o se le substituya por otra; si hay vicio interior nada se logra sin corregirle, si los auxilios eficaces de la cirugía no tienen lugar, como cuando hay adherencias inaccesibles por su profundidad o por estar situada entres vasos arteriosos respetables por su calibre en cavidades internas como en el utero en ninguno de estos casos tiene lugar la cura radical y solo se debe emplear la paliativa.
Antes de la extirpación se examinará si el tumor está libre de adherencias inaccesibles o cuya separación este contraindicada por su situación o por hallarse circuido de arterias o de nervios gruesos, cuya lesión sea de tal consecuencia que impida su totol erradicación sin lo cual sería la operación infructuosa. También se atenderá a la naturaleza de la causa sin cuya combinación no se procede a la operación.
Los cancros inveterados malignos muy dolorosos y de progresos rápidos se deben considerar como incurables, porque se supone que han comunicado a la sangre su malignidad. Y así, aunque se curen en apariencia, retoñan tarde o temprano en la misma parte o en otra”
Francisco Villaverde La Villa. Fue un destacado cirujano de la Armada Española, nacido el 30 de marzo de 1738 en Pola de Siero, Asturias. Se formó en el prestigioso Real Colegio de Cirugía de Cádiz, fundado por Pedro Virgili. Fue considerado uno de los mejores alumnos y le conceden una beca junto con Diego Velasco para ampliar sus conocimientos en París con cirujanos renombrados como François Morand y Henri Le Dran con la misión de conocer y traer instrumental quirúrgico moderno para el Colegio de Cirugía de Cádiz y escribir un tratado que sirviera de texto a los alumnos de los Reales Colegios
Posteriormente formó parte como cirujano mayor de la expedición a Indias mandada por don Pedro Ceballos contra los portugueses. Volvió a España en 1766 y se le destinó de profesor al colegio de San Fernando. Más tarde fue profesor y secretario del Colegio de Cádiz, en el que profesó durante muchos años.
Se casó con la hija de Francisco Canivell, médico militar de la Armada y destacado cirujano, obstetra, oftalmólogo y litotomista. Discípulo de Pere Virgili.
Escribió la obra “Curso teórico-práctico de operaciones y Cirugía”, en colaboración con Diego Velasco. es un texto fundamental en la historia de la cirugía en España. Publicada por primera vez en 1763 y se realizan dos ediciones en este año. Tercera edición en 1780. La cuarta edición fue en 1797 y la quinta edición en1807
Francisco Villaverde realiza una refundición y ampliación de esta obra como autor único porque había muerto años antes su colega y amigo Diego Velasco. Realiza un texto actualizado y le denomina “Operaciones de Cirugía”, el titulo completo es: “Operaciones de cirugía, según la más selecta doctrina de antiguos y modernos. Dispuesta para uso de los Reales Colegios” (1788). Figurando el solo como autor: Don Francisco Villaverde, Primer ayudante de Cirujano Mayor de la Armada, Maestro y Secretario del Real Colegio de Cirugía en Cádiz. Publicada en 2 tomos en Madrid en 1788
Entre sus características principales, destaca por ser un curso teórico-práctico que aborda las operaciones quirúrgicas con un enfoque detallado y sistemático. Además, su contenido refleja los avances de la época y busca formar cirujanos con una sólida base técnica y científica.
En el siglo XVIII, los instrumentos médicos reflejaban los avances de la época y la transición hacia una medicina más científica. Entre los instrumentos quirúrgicos más comunes se encontraban bisturíes, sierras para amputaciones, fórceps obstétricos, pinzas y agujas para suturas. Estos instrumentos solían estar hechos de acero y, en ocasiones, tenían mangos de madera o marfil.
Un aspecto interesante es que muchos de estos instrumentos eran diseñados específicamente para tratar enfermedades concretas o realizar operaciones específicas. Además, los médicos y cirujanos de la época a menudo inventaban o adaptaban herramientas para mejorar los resultados quirúrgicos. Los inventarios de hospitales de la época muestran que los instrumentos se guardaban en cajas forradas de tela y se revisaban periódicamente para garantizar su funcionalidad
