Las víboras en la Triaca.

Las víboras en la Triaca.

Las víboras era el componente principal en la composición de la triaca.

Galeno dijo “similia, similibus curantur” (lo semejante cura lo similar”. Este principio era el principal argumento de la utilización del veneno de las víboras como tratamiento en el tratamiento de los envenenamientos.

Juan de Bustamante, catedrático de medicina de Alcalá de Henares, en el siglo XVI dijo: “el alma, la virtud y la fuerza de la triaca es la carne de las víboras.  Citado por Domingo Guillen en la obra la triaca de 1724.

Ciertos autores médico antiguos afirmaban que no servían las víboras encerradas porque podían morderse unas a otras y alterar sus propiedades.

En las boticas a veces tenían un recipiente para conservar las víboras durante cierto tiempo que se llamaba viborero.

Se tienen datos que en Villafranca (Valencia) se recogían y los que se dedicaba se llamaban “taleques” porque utilizaban una pequeña talega para cazarlas y guardarlas. En otros textos se llaman también “triaqueros” a los que se dedicaban a cazar víboras y después venderlas al boticario.

Grabado de cazadores de víboras para hacer la Triaca del año 1615

Se trituraban las víboras una vez muertas y se formaban unas formas más pequeñas llamadas “trociscos” nombre que se le daba en farmacia a la masa formada por varios ingredientes medicinales que se utilizaban posteriormente para formar el preparado, en este caso la triaca.

Se limpiaban las víboras de las vísceras y las espinas y se hervían en agua con eneldo. Después se mezclaban con miga de pan.

Galeno dijo que las víboras tenían que ser hembras, no preñadas. Se tenía que utilizar solamente la cabeza y cuatro dedos de longitud del cuello y los cuatro dedos finales de la cola.  También que se debían de cazar en primavera y después añadió que también servían si se cazaban en otoño, época de la vendimia. Dijo en su obra que las víboras deben utilizarse recién cogidas y lo máximo dos para preparar una triaca.

Moisés Charas que escribió un libro sobre la historia de los ingredientes de la triaca, publicado en Ginebra en el año 1684, decía que era conveniente ahogar las víboras en vino. Afirma que se curó un leproso con el vino donde se ahogó una víbora.

Avicena también escribió sobre como elegir a las víboras y que se debían desechar las preñadas para preparar la triaca. Afirma que la época que deben ser cazadas es en primavera.  No deben enjaularse muchas porque se muerden unas a otras y no es bueno.

Domingo Guillen en su obra “Triaca Magna de los antiguos” publicada en 1714 dice que a veces se ha utilizado aves que murieran por la picadura de unas víboras y de esta forma el veneno estuviese atenuado y hacer después con dicha carnes trociscos para confeccionar la triaca. Pero otros autores no estaban de acuerdo porque se diluía mucho el veneno de las víboras y no era la triaca tan efectiva.

Portada del libro «Triaca Magna de los Antiguos» de Domingo Guillen. Publicada en 1714

Texto de la “Triaca Magna de los antiguos aprobada de los modernos, y en justicia y conciencia defendida con autoridad experiencia y razón”.  Autor Domingo Guillén, médico. Publicada en Zaragoza en 1714.

Donde dice Charas que las víboras deben morir ahogándolas en vino

Duración de los trocistos de víboras

Sobre la elección de las víboras

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