Termocauterio de Paquelin
La palabra cauterio viene del latín ferrum candens. Fue muy utilizado en la antigüedad por médicos y cirujanos. En heridas y aberturas de abscesos. Famoso el aforismo “Lo que no curan los medicamentos, el hierro lo cura. Lo que el hierro no cura, lo cura el fuego. Lo que el fuego no cura debe considerarse incurable” Hipócrates[1]
Los primeros tratamientos de cauterización fueron con elementos romos calentados por los diferentes métodos de la época fuego, alcohol. y también impregnados en sustancias cáusticas La utilización del cauterio como terapéutica continuo utilizándose por toda la medicina posterior. Cauterizaciones terapéuticas abrasivas y cauterización como hemostática
El termocauterio de Paquelin consistía en varios elementos:
- Sondas de cauterio de diferente forma y estilo.
- Mangos acoplados a las sondas o cauterios propiamente dichas.
- Frasco de bencina.
- Insuflador de goma.
- Mechero de alcohol para producir el fuego.
Primero se calentaba mediante una lámpara de alcohol el cauterio y para elevar la temperatura se hace funcionar un insuflador conectado a un frasco con bencina que mantiene caliente al rojo el termocauterio. Todo el instrumental estaba colocado en una caja con todos los elementos.
Termocauterio de Paquelin
[1] CORPUS HIPPOCRATICUM. Traducido por Gómez y otros. Barcelona. 1997. T.VIII. p.131











